Sexo entre parientes provocó deformidad facial en reyes españoles
La famosa "mandíbula de los Habsburgo" fue estudiada por científicos españoles.
La endogamia terminó con la sucesión al trono y provocó la malformación.
El 1 de noviembre de 1700, murió en Madrid el rey Carlos II, conocido como "el Hechizado". Nació con la enfermedad de Klinefelter, una alteración genética que causa esterilidad. Además, poseía un prominente mentón. Fue el último de los Habsburgo.
Sus padres eran Felipe IV de España y su sobrina, Mariana de Austria. Eso explica muchas cosas, según publicaron un grupo de científicos españoles sobre la famosa "mandíbula de los Habsburgo", una deformidad facial de la dinastía de los reyes.
Según los nuevos resultados de una investigación publicada en la revista Annals of Human Biology, existe una relación directa entre la endogamia (reproducción entre familiares o parientes) y la morfología facial.
Este nuevo estudio combinó el diagnóstico de deformidades faciales utilizando retratos históricos de los reyes de España con análisis genéticos del grado de relación para determinar si había un vínculo directo, según informa Europa Press.
"La dinastía de los Habsburgo fue una de las más influyentes en Europa, pero se hizo famosa por la endogamia, que también fue eventualmente la causa de su caída. Mostramos por primera vez que existe una clara relación positiva entre la endogamia y la apariencia de la mandíbula de los Habsburgo", dijo el investigador Roman Vilas, uno de los autores del paper.
Los investigadores detectaron una fuerte relación entre el grado de endogamia y el grado de prognatismo mandibular. La relación con la deficiencia maxilar también fue positiva, pero no tanto.
"Los resultados mostraron una mayor sensibilidad a la endogamia en el tercio inferior de la cara y sugieren una asociación positiva la 'mandíbula de Habsburgo' y la homocigosidad y, por lo tanto, un patrón de herencia recesivo", dice el estudio.