Francisco lo nominó para reformar la curia y ayudar al gobierno del Vaticano.
Cruz y Murillo fustigaron la decisión.
Errázuriz se defendió de las críticas realizadas por las víctimas de Karadima tras su nombramiento.
El cardenal chileno Francisco Javier Errázuriz se mostró contento por haber sido elegido entre los ocho cardenales que ayudarán al papa Francisco a reformar la Curia romana, ante las críticas que esto desató, el clérigo sostuvo que "yo creo claramente que hice mi deber".
Tras una ceremonia celebrada esta mañana en la Catedral Metropolitana, donde el arzobispo Ricardo Ezzati ordenó a siete nuevos sacerdotes para la arquidiócesis de Santiago, el cardenal Francisco Javier Errázuriz se refirió a su nombramiento y a las reacciones que esto ha generado en las víctimas de Karadima.
"Parece que el papa pensó distinto, yo creo claramente que hice mi deber y que hay personas que están muy enojadas todavía y jamás he visto que se haga un juicio a un juez por ejemplo, porque al comienzo toma más tiempo llegar a la certidumbre sobre las denuncias presentadas", señaló Errázuriz.
Por su parte, Ezzati afirmó que "nos alegramos inmensamente que el Santo Padre haya querido fijarse en uno de los cardenales de Chile y que haya escogido, para esta tarea, al cardenal Errázuriz, que tiene sobre sus hombros la experiencia de haber vivido en la Curia romana durante seis años y por consiguiente es un signo de confianza hacia nuestra iglesia de Chile".
