El director de Adimark, Roberto Méndez, afirmó que es muy difícil que la popularidad que tenía Carolina Schmidt como ministra del Sernam se traspase a su nuevo cargo como titular de Educación.
La secretaria de Estado, una de las mejor evaluadas del Gobierno según las encuestas, fue nombrada este lunes como sucesora de Harald Beyer, destituido por el Congreso a través de una acusación constitucional.
"Sería muy difícil (que mantenga su popularidad). El gobierno y ella misma saben que están usando esto y seguramente va a haber un deterioro. Es muy difícil que en una cartera tan conflictiva, con tantos enfrentamientos esa situación pueda mantenerse", opinó Méndez.
"No lo ha logrado ningún ministro en los últimos ocho años, en los dos últimos Gobiernos y no veo por qué debiera ser esta la excepción. Será costoso en términos de popularidad sin lugar a dudas", sentenció.
Desde la oposición, el presidente del PS, Osvaldo Andrade, se mostró receptivo al nombramiento de Schmidt gracias a su trabajo para aprobar el posnatal de seis meses.
"La ministra tuvo la capacidad de escucharnos y con ella hicimos de nuevo el proyecto, esta vez con reembolso, sin afectar el fuero y sin afectar el derecho a amamantamiento. Si ella persiste en esta conducta creo que vamos a hacer bien las cosas", dijo el diputado.
Caso Cruz-Coke
Llamó la atención la ausencia del ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke entre quienes abandonaban el Gabinete, pues su nombre aún es discutido como posible candidato a senador por la Alianza en noviembre.
Ante las consultas, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, planteó que "la situación de Luciano Cruz-Coke es una: es ministro encargado de toda la cultura como presidente del Consejo Nacional de la Cultura y está haciendo su trabajo muy bien".
Consultado por la posibilidad de que abandone el Gabinete y sea candidato por su eventual calidad de jefe de servicios y no de ministro, Chadwick explicó que "no he tenido tiempo para estudiarlo porque nadie me ha pedido que lo haga".