Las diademas, desaparecidas este martes, forman parte del atuendo funerario de Carlos IX -muerto en 1611- y su mujer, la reina Cristina, que falleció 14 años más tarde. Las cámaras de la catedral de Strängnäs detectaron dos sospechosos saliendo de la iglesia y saltando a una lancha en un lago cercano.