Verónica Oddó, feliz con reconocimiento en Argentina
La actriz chilena Verónica Oddó, radicada hace nueve años en argentina, se hizo acreedora el fin de semana pasado de uno de los galardones más importantes para el teatro argentino: el “María Guerrero”. Desde Buenos Aires esta artista, quien es hermana del desaparecido integrante de Quilapayún, Willy Oddó, conversó con “Tarde o temprano” y dio a conocer la importancia que para ella revista este reconocimiento fuera de su país de origen.
Cuando se vio obligada a salir de chile por motivos políticos, en 1973, Verónica Oddó nunca imaginó que 28 años más tarde ostentaría, fuera de su país de origen un camino profundo de realización personal, y mucho menos, un reconocimiento importante por su trabajo. Esto porque a sus 32 años de edad, esta actriz hoy de 60, aún no había elegido la senda que la llevaría a radicarse definitivamente fuera de Chile, y a encontrar en la actuación un medio de subsistencia y de adecuación al nuevo medio al que se enfrentaba. Tras nueve años en buenos aires, y 17 de dedicación al teatro, Verónica Oddó fue galardonada el fin de semana pasado con el premio “María Guerrero” a la mejor actriz del año 2000, el reconocimiento más legitimado al trabajo sobre tablas en Argentina, que en forma inédita, recae sobre una chilena. De ahí la razón para la gran relevancia que el premio tiene para la actriz. Un reconocimiento importante de un medio que esta actriz chilena ya considera como propio, pese a su constante deseo de volver a nuestro país para ejercer aquí su labor artística. Deseo que se ve realizado cada cierto tiempo, con las cortas incursiones que la Oddó ha hecho en la dirección y el trabajo con actores nacionales en el último tiempo, entre los que destacan la companía teatro Ictus y Bastián Bodenhoffer. Pese a estas pequeñas incursiones en el teatro chileno, Verónica Oddó asume, sin embargo, que su escenario natural sigue siendo el argentino, en razón del asentamiento económico y la continuidad actoral que allí ha podido desarrollar. Una labor que se divide entre la puestas en escena y el trabajo docente, en el Centro Latinoamericano de Investigación y Creacion Teatral (Celcit) institución de propiedad de la actriz y su marido, Juan Carlos Gene. Pero pese al éxito y la estabilidad alcanzado en Argentina, hay aún temas dolorosos que esta actriz no ha podido superar del todo en estos años fuera de Chile. El nunca bien aclarado asesinato de su hermano, Willy Oddó, ex integrante de Quilapayún, a manos de un travesti, en 1991, sigue siendo la principal herida sin cerrar, por lo que considera una negligencia de las autoridades en la investigación. Una muerte oscura que Verónica Oddó ha tratado de superar también a través de la catarsis que le trae el teatro, con el montaje en honor de su hermano que la actriz trajo a Chile en 1999. Por ahora, sin embargo, ésa seguirá siendo una herida sin cerrar para esa chilena, que pese a su resquemor por el olvido de su hermano en su país, sigue sintiendo el orgullo de ser una de las pocas chilenas reconocidas en el amplio espectro cultural argentino.