Joven baleada por carabinero en 1987 clama justicia por el bien del país

María Paz Santibáñez era estudiante del conservatorio de la Universidad de Chile cuando participó en la protesta contra Federici, quien amenazaba con cerrar la Facultad de Arte y reducir otros centros de la Casa de Bello. La en ese entonces alumna de música estaba rayando un muro frente al Teatro Municipal de Santiago, cuando el carabinero Orlando Tomás Sotomayor Zúñiga le puso la pistola en la cabeza y le disparó. El policía fue condenado autor del cuasidelito de lesiones graves a 61 días de reclusión. A 15 años de la agresión, María Paz Santibáñez se encuentra radica en Francia, ya que debió abandonar Chile en 1987 porque “presiones eran muy grandes”. En Europa fue operada y logró recuperarse casi completamente, pese a que en el ataque perdió gran cantidad de masa encefálica y resultó con un agujero de 10 centímetros de diámetro en su cabeza. “La verdad es que yo nunca tuve ni una proposición del Estado chileno o de instituciones para ayudarme en esta recuperación esto fue simplemente una cuestión de decisión personas, de fuerza, de coraje”, dijo la pianista. Este viernes en la Corte de Apelaciones se llevará a cabo una reunión de conciliación entre los representantes de la pianista y el Consejo de Defensa del Estado para intentar llegar a un acuerdo por la demanda. “El (su agresor) fue declarado culpable de una manera bastante ridícula, pero por lo menos declarado culpable. Hoy en día para mí el problema no es un problema de dinero (...) sino más es un problema de justicia (...) porque la verdad que esto no tiene precio”, Santíbañez. Cecilia Bolocco habrá madurado Un curioso episodio se vivió en la época en que María Paz fue agredida, ya la entonces recién elegida Miss Universo Cecilia Bolocco, al ser consultada por el caso, contestó que “ella (María Paz) debe haber estado haciendo algo malo, por algo le pasó eso". Según la pianista, este era el discurso de la dictadura y agregó que “yo me imagino que Cecilia Bolocco habrá madurado un poco y entenderá de una manera un poco más seria lo que es la vida. Yo no estaba haciendo nada malo (...) estaba asumiendo simplemente un rol que hoy en día es más que evidente y ante todo el mundo: vivíamos en un estado de dictadura, vivíamos amenazados, con nuestras vidas que peligraban”. “Necesito cerrar este capítulo que ha sido demasiado largo, 15 años, demasiado duro y nunca habrá un justicia total porque nadie me va a devolver lo que he perdido. Por lo tanto es muy importante para el país que este proceso llegue a alguna parte”, concluyó.