Senador Hernán Larraín reclamó el derecho legal a casarse sin posibilidad de divorcio
Si bajo el nombre de la libertad se permite volver a casarse, eso no debería ser incompatible con que se asegure a otros el derecho a poder casarse sin derecho al divorcio.
Así resumió el senador Hernán Larraín, de la Unión Demócrata Independiente (UDI), en conversación con El Diario de Cooperativa, su posición frente al proyecto de nueva ley de matrimonio civil que incluye el divorcio vincular y que comenzará a ver este martes la Cámara Alta.
Larraín se manifestó plenamente de acuerdo con la indicación introducida a la iniciativa legal del Gobierno para crear dos tipos de matrimonios: con o sin posibilidad de divorcio, según la libre elección de cada pareja.
"Yo renuncio al divorcio. No puedo volver a casarme. Una vez que yo asumo esa regla no la puedo cambiar. Si alguien quiere tenerla, que tome esa alternativa", explicó.
El parlamentario de la UDI reiteró su rechazo al divorcio como institución: "Cuando uno tiene esta expectativa, pasa a ser casi un estímulo", aseguró.
Reconoció que "cada matrimonio pasa por dificultades, problemas", pero dijo que debe respetarse a quien quiere hacer un esfuerzo por salvarlo.
Larraín opinó que la Iglesia Católica estaría de acuerdo con esa posición porque "es más respetuosa de la libertad de conciencia" y defendió el derecho de la Iglesia Católica a intervenir en el debate, porque le asiste el mismo derecho a tener una opinión que a las iglesias evangélicas y a la masonería.
"En el caso de la Iglesia Católica recordó que Jesús dijo lo que Dios ha unido no lo separe el hombre. Eso, para mí o para cualquiera, es una voz que hay que oír y no lo considero una presión", sostuvo.
El cardenal arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz emitió una carta pastoral donde rechaza de plano el divorcio vincular calificándolo como destructor de la familia y de la sociedad.
El senador Larraín afirmó que la UDI "no es un partido confesional. No expresa la opinión de la Iglesia Católica, por mucho que tengamos la inspiración cristiana en nuestro actuar, pero no tenemos una dependencia ni una vinculación con la Iglesia Católica".
Sin embargo, admitió que "es posible que la abrumadora mayoría de los senadores de la UDI nos opongamos a este proyecto de ley de divorcio, porque debilita el bien social del matrimonio".
Por último, llamó la atención sobre la suerte de los hijos en el divorcio. "Hay terceros involucrados, que son los que más sufren en un rompimiento matrimonial", indicó.