Conferencia Episcopal: con la "ley de divorcio" no perdió la Iglesia, sino la familia

La Conferencia Episcopal de Chile afirmó que la inminente promulgación de la nueva Ley de Matrimonio Civil, que incluye el divorcio vincular, representa una lucha que no perdió la Iglesia, sino que fue una derrota para la familia chilena.

A los obispos no les "interesa el prestigio de la Iglesia Católica", sino "el bien de las familias de Chile", dijo el vicepresidente del organismo eclesiástico, Gonzalo Duarte García, obispo de Valparaíso.

Los obispos manifestaron, en una declaración pública firmada por la totalidad de su Comité Permanente, incluido el cardenal arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, su pesar por el hecho y rechazaron, sobre todo, el divorcio por decisión unilateral.

El documento hace un llamado a la población a fortalecer la familia y sostiene que "desde que se inició el debate jurídico y legislativo, los obispos católicos hemos propuesto al país la enseñanza del Señor Jesús a favor del matrimonio indisoluble".

Duarte reiteró que el divorcio, a su juicio, perjudica a los miembros más débiles de la familia, consideró que el matrimonio indisoluble era "un bien para Chile" y lamentó que la Iglesia no haya encontrado argumentos suficientes para impedir que la norma fuese ratificada por el Parlamento.

"Con el Santo Padre hemos reiterado 'no os dejéis invadir por el contagioso cáncer del divorcio, que destroza la familia, esteriliza el amor y destruye la acción educativa de los padres cristianos. No separéis lo que Dios ha unido'. Palabra del Papa en la misa de la familia en Chile", añadió el obispo de Valparaíso.

El obispo Duarte, refiriéndose a quienes desde un principio rechazaron la ley de divorcio, felicitó a todos quienes fueron consecuentes con su fe.

Afirmó, además, que desde hace tiempo algunos personajes públicos no demuestran con sus hechos su condición de católicos.

"Nosotros agradecemos a los comunicadores sociales, a los periodistas, a los abogados, a los políticos, a tantas personas que trabajaron y lucharon por ser fieles a los obispos de la Iglesia en este aspecto", señala al respecto la nota.

Esta denuncia luego que "hubo quienes no lo hicieron. No sólo parlamentarios. Lamentablemente no es la primera vez que personajes de la vida pública que se declaran católicos no siguen las indicaciones de la Iglesia. Así también, por ejemplo, (sucedió) en la pena de muerte. En el pasado también fue así".

Asimismo, Gonzalo Duarte llamó al Gobierno a que agilice la promulgación de la ley que crea los Tribunales de Familia, para proteger sobre todos a los hijos.

El prelado aseguró que "detrás de cada divorcio hay mucho dolor", y anunció que y la Iglesia va a acoger con mucho cariño a los divorciados. "Los vamos a acompañar, no los vamos a condenar", expresó.

Consultado sobre el estado de las relaciones entre la Gobierno después de la aprobación parlamentaria de la Ley, respondió que "hemos quedado en un desacuerdo profundo en este tema".

Sin embargo, sostuvo que la Iglesia y el Gobierno siguen dialogando buscando consensos en favor del bien común de la sociedad chilena, pero que la Iglesia luchará con la misma fuerza en eventuales nuevos asuntos conflictivos, por ejemplo con el tema del aborto y de la unión de personas de un mismo sexo.