Padre Hurtado: desde las calles de Santiago hasta los altares de Roma

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Autor: Cooperativa.cl

El fundador del Hogar de Cristo luchó para poder darle una vida más justa a los pobres del país, pero un cáncer le impidió seguir con su labor. Sin embargo, muchas personas trabajan porque su obra sigua en pie.

El beato Alberto Hurtado, quien se convertirá, probablemente, en el segundo santo chileno en mayo de 2005, vivió con el objetivo de cambiar la sociedad y hacer que el país fuera un lugar más justo para los pobres.

 

Nació el 22 de enero de 1901 en Viña del Mar, en el medio de una familia muy cristiana y unida. Cuanto tenía cuatro años su padre murió, y su madre quedó a cargo de él y de su hermano Miguel.

 

El padre Hurtado se crió en una familia muy unida, junto a su hermano Miguel en Viña del Mar y a su madre.

En 1909 ingresó al Colegio San Ignacio, y terminados sus estudios entró a la Universidad Católica a la carrera de Derecho y trabajó para mantener a su familia en el Diario Ilustrado. Sin embargo, su vocación era otra: ser sacerdorte.

 

Cuando le comunicó la decisión a su madre de ingresar a la Compañía de Jesús, ella la aceptó con alegría. Entró al noviciado y realizó su preparación en Chile, Argentina, España y Bélgica. En 1933 fue ordenado sacerdote en Bélgica.

 

En 1941, ya de regreso en Chile fue nombrado asesor de los jóvenes de la Acción Católica de la Arquidiócesis de Santiago, y pocos meses después, de los jóvenes de la institución en todo Chile.

 

El padre Hurtado, en 1943, estimuló la formación del Servicio de Cristo Rey, que agrupaba a jóvenes que se consagran a vivir plenamente su fe y a realizar apostolado.

 

Pero su acción tuvo algunos adversarios, entre ellos monseñor Molina, padre general de la Compañía de Jesús, lo que hizo que dejara su cargo en 1944.

 

Su gran obra: El Hogar de Cristo

 

Una noche, el religioso jesuita encontró a un hombre en la calle, quien estaba enfermo, en condiciones menesterosas, y no tenía a donde ir. "Cada uno de esos hombres es Cristo", dijo el padre Hurtado.

 

Su mayor obra fue la fundación del Hogar de Cristo, que hasta la actualidad acoge a los más necesitados del país.

 

Otra noche vio a un grupo de niños abandonados que dormían bajo los puentes del río Mapocho. En ese momento, el sacerdote dijo: "¿y qué hemos hecho por esos hijos que andan por las calles, bajo la lluvia, y duermen en las noches de invierno en los huecos de las puertas y suelen amanecer helados?".

 

"¡Qué bueyes somos los católicos, qué dormidos, qué poco inquietos por la solidaridad social!. ¡Todo son dificultades, tropiezos, escándalos!", afirmaba con vehemencia cuando aún vivía.

 

Con el objetivo de brindar ayuda a los más pobres de la ciudad, el padre Hurtado reunió a un grupo de personas quienes colaboraron de manera económica, e incluso con un terreno. Ese fue el pie para que se fundara su mayor obra: el Hogar de Cristo.

 

El 21 de diciembre de 1944 se puso la primera piedra del Hogar de Cristo en el terreno donado por la familia Covarrubias Valdés, en la calle Bernal del Mercado, cerca de Estación Central.

 

"Contento, Señor, Contento"

 

El padre Hurtado siempre salía en su camioneta verde a recoger niños abandonados o a personas pobres que se encontraban en las calles de Santiago, con el objetivo de llevarlos al Hogar de Cristo y brindarles acogida.

 

Entre sus actividades, también estaban sus publicaciones y conferencias sobre el sacerdocio, los problemas de la adolescencia, el catolicismo, la educación y el orden social. Además, fue el fundador de la Revista Mensaje y de la Acción Social Chilena.

 

De un día para otro, el padre Hurtado cayó enfermo de cáncer, y fue hospitalizado. Pero nunca se quejó, ya que aceptó la voluntad de Dios, y constantemente repetía "Contento, Señor, Contento".

 

Un cáncer hizo que el sacerdote jesuíta tuviera que hospitalizarse. Nunca se quejó, aceptó la voluntad de Dios, y siempre repetía: "Contento, Señor, Contento".

El 18 de agosto de 1952 el padre Alberto Hurtado murió. Sus restos se encuentran, en la actualidad, en el Santuario que se construyó en su memoria, ubicado en Avenida General Velázquez 1090, al lado del Hogar de Cristo. En Chile, el 18 de agosto, se celebra el día de la Solidaridad, en honor al sacerdote jesuita.

 

El 16 de octubre de 1994, en la ciudad de el Vaticano, el Papa Juan Pablo II beatificó al padre Alberto Hurtado, luego de que se aprobara su primer milagro.

 

El 2 de abril de 2004 la Congregación para las Causas de los Santos aprobaron el segundo milagro del sacerdote, y ahora el Pontificado deberá ratificar esta decisión, con lo que oficialmente el fundador del Hogar de Cristo se convertirá en santo de la Iglesia Católica.