Caso Anfruns: nuevo testigo consolida dudas sobre la versión oficial del crimen

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Autor: Cooperativa.cl

Armando Sandoval, suboficial en retiro de Carabineros y quien participó en los rastreos del cuerpo del menor en 1979, aseguró que es imposible que el cadáver del infante haya estado donde las autoridades de la época afirmaron que se encontró.

El suboficial retirado de Carabineros Armando Sandoval, quien participó en los operativos para aclarar el crimen del niño Rodrigo Anfruns Papi, en junio de 1979, reafirmó la tesis de la madre del menor y aseguró que el cuerpo del infante nunca estuvo en el sitio eriazo donde fue hallado, como lo afirma otro ex funcionario policial, que acusó a personal de Investigaciones de estar involucrado en el asesinato.

 

"Recuerdo perfectamente que la primera zona que nos tocó rastrear fue el sitio eriazo, en la parte posterior de la casa de los abuelos (...) en esa oportunidad, aparte de ese lugar, rastreamos diferentes puntos de Santiago y siempre quedamos con la duda de que el cuerpo de Rodrigo nunca estuvo en el lugar", relató Sandoval a El Diario de Cooperativa.

 

Desde Valdivia, donde reside actualmente, el suboficial (r) explicó que "en esa época me encontraba realizando el curso de adiestramiento de perros policiales en el Cerro San Cristóbal, entonces junto a mi perro 'Casán' me tocó integrar el equipo de dedicación exclusiva de este caso".

 

Sandoval, quien se retiró de Carabineros tras 30 años de servicio, calificó como "algo imposible" que la presencia del arbusto Palqui, conocido como "hediondilla", haya provocado que los canes policiales no hayan detectado el cuerpo de Anfruns Papi, como afirmó en la época el director de Investigaciones, general de Ejército Ernesto Baeza.

 

"El sitio eriazo ese no eran tan grande como para haber dejado algún lugar sin haberlo rastreado, y lo primero que hicimos fue rastrear toda la pandereta que estaba a los pies del sitio de los abuelos", sentenció el ex policía, quien agregó que la operación se realizó "varias veces".

 

"Tengo la certeza de que el perro no podría haberse equivocado", subrayó Sandoval, para quien el testimonio del teniente (r) de Carabineros Jorge Rodríguez Márquez "viene a ratificar mis dudas, entonces el cuerpo nunca estuvo ahí, y si el señor oficial en retiro ahora dice lo que él vio, entonces se está aclarando por qué los perros no encontraron nada".

 

Rodríguez Márquez declaró que vio como dos personas, quienes se identificaron como detectives, dejaron el cuerpo de Anfruns Papi, de seis años, en el sitio eriazo donde fue hallado, tras estar desaparecido por 11 días.

 

Armando Sandoval fue enfático en señalar que no tiene miedo de entregar su testimonio a la Justicia, pues está "dispuesto a cooperar".

 

Rodrigo Anfruns Papi apareció muerto el 14 de junio de 1979, 11 días después de desaparecer en extrañas circunstancias. El caso fue investigado en su momento por el juez Ricardo Gálvez, quien actualmente es ministro de la Corte Suprema, y de acuerdo a la versión oficial entregada en la época, el crimen fue cometido por un menor de 16 años.

 

Esta tesis fue respaldada por la dictadura militar, cuyos ministros de Interior y Justicia, Sergio Fernández y Mónica Madariaga, respectivamente, públicamente apoyaron la explicación de Investigaciones para el crimen.

 

Según Roberto Celedón, jurista que representa a Paola Papi, madre del malogrado menor, el juez Gálvez se condicionó a las tesis del Gobierno y no quiso aceptar el testimonio de quienes rebatían la postura oficial, desarrollada por Investigaciones, entre ellos, el del mismo Rodríguez Márquez.

 

Algunas versiones desarrolladas en indagaciones periodísticas posteriores indican que Rodrigo Anfruns Papi fue secuestrado por error, en el marco de una operación ilegal de los servicios de seguridad, por una rencilla personal entre oficiales castrenses. Por ello -de acuerdo a estos datos- el homicidio pudo ser encubierto y se culpó, con el respaldo gubernamental, al adolescente Patricio Pincheira Villalobos.