Rodríguez acusó a Aznar de realizar un "engaño masivo" tras el 11-M

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Autor: Cooperativa.cl

El jefe de Gobierno español convirtió su comparecencia ante la comisión que investiga los atentados en Madrid en una dura réplica a su antecesor, a quien acusó de intentar "salvar la cara".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó a su predecesor en el cargo, José María Aznar, de mantener "un engaño masivo" sobre la autoría de los atentados con explosivos en la estación de trenes de Atocha, Madrid, del 11 de marzo pasado.

 

En la denuncia que Rodríguez realizó ante la comisión parlamentaria que investiga los ataques, añadió que ahora el Partido Popular (PP) ha convertido en "confusión" ese engaño para "intentar salvar la cara".

 

"Los autores no estaban ni en montañas ni en desiertos, estaban en Lavapiés, en Leganés y en Morata de Tajuña", todas localidades donde habitaron los responsables de los atentados, señaló Rodríguez Zapatero, en directa respuesta a las afirmaciones que José María Aznar hizo ante esta misma instancia el lunes 29 de noviembre pasado.

 

En aquella ocasión, Aznar, indicó: "No creo, sinceramente, que los autores intelectuales de los atentados, los que hicieron esa planificación, los que deciden ese día, precisamente ese día. No creo que anden en desiertos muy remotos ni en montañas muy lejanas", demostrando su convicción ante la comisión de investigación del 11-M de que los organizadores de la masacre no sólo pretendían provocar víctimas, sino "volcar las elecciones" del 14 de marzo, en que venció Rodríguez.

 

En un intenso interrogatorio, superior a las cuatro horas, realizado por el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, el presidente del Gobierno español lanzó una andanada de críticas a la anterior administración, apoyándose en varias ocasiones en informes policiales y en declaraciones de responsables de las Fuerzas de Seguridad ante la comsión.

 

José Luis Rodríguez Zapatero agregó que de aquel "engaño", el PP ha pasado ahora a promover una "confusión" al insinuar que no se está pesquisando la masacre o que se investiga poco, además de incidir en la sospecha de la conexión con los separatistas de Euskadi Ta Askatasuna (Patria Vasca y Libertad, ETA) y con el único fin de "intentar salvar la cara".

 

"Poner en duda que se está investigando es una irresponsabilidad, como decir que los autores no están en montañas y desiertos –proclamó Rodríguez Zapatero, en alusión a su antecesor, el ex presidente José María Aznar-. Es verdad, estaban en Lavapiés y en Morata".

 

Zapatero utilizó una declaración del ex ministro del Interior, Ángel Acebes, del 29 de marzo, en la que reconocía que ningún indicio apuntaba a ETA en esa fecha, 15 días después de los atentados.

 

El jefe del Ejecutivo rechazó, además, que los antecedentes de los intentos de atentado por parte de ETA fueran argumentos válidos para pensar en la autoría de la banda vasca. "Tanto en Nochevieja de 2002 como en el tren de Irún, en la furgoneta de Cuenca y en las mochilas de Baqueira no se buscó una masacre, iba a haber preaviso", señaló.

 

Para apoyar la acusación de mentira al Gobierno de Aznar, Zapatero expuso los argumentos que había en contra de la autoría etarra: "No hubo aviso, el gran número de autores, el objetivo era plenamente civil e indiscriminado, la situación de debilidad de la banda y el gran número de víctimas que causaron las explosiones".

 

Además, detalló los indicios que apoyaban la autoría de Al Qaeda o algún grupo islamista internacional: "El atentado de Casablanca, la amenaza de Bin Laden, el número de autores, un atentado indiscriminado y la coordinación de la acción".

 

Fue consultado si puede asegurar con toda convicción que no hay ni la más remota posibilidad de la implicación de ETA en el 11-M. Zapatero insistió en que la masacre "es responsabilidad exclusiva" del terrorismo internacional islamista.

 

En cuanto a la labor de las Fuerzas de Seguridad, Rodríguez Zapatero reconoció que "ha habido deficiencias, errores y falta de coordinación", pero afirmó tener el "convencimiento absoluto" de que "no hay ni el más mínimo indicio de ninguna responsabilidad, ni remota ni lejana, de ningún miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".

 

En su intervención inicial, el presidente Zapatero repitió hasta en seis ocasiones que "la responsabilidad exclusiva del 11-M recae en el terrorismo internacional islamista". Además, se centró en apoyar a las víctimas y proponer medidas para evitar nuevas masacres. (Agencias)