Ministro peruano del Interior renunció tras críticas por rebelión en Andahuaylas

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Autor: Cooperativa.cl

El secretario de Estado anunció su dimisión durante una comparecencia ante el Congreso por su actuación durante el levantamiento del ultranacionalisa Antauro Humala, que dejó siete muertos.

El ministro peruano del Interior, Javier Reátegui, presentó su dimisión irrevocable al cargo, como resultado de las críticas a su actuación durante la rebelión del líder ultranacionalista Antauro Humala en la localidad andina de Andahuaylas.

 

Reátegui anunció ante el pleno del Congreso que entregó este lunes su carta de renuncia al presidente de Perú, Alejandro Toledo, antes de asistir al Legislativo junto con el titular del Consejo de Ministros, Carlos Ferrero, y el ministro de Defensa, Roberto Chiabra.

 

Los tres ministros fueron convocados por el Parlamento para que informen sobre la actuación del Gobierno, al que la oposición acusa de imprevisión en el caso de la toma de la comisaria del pueblo andino de Andahuaylas, a más de 800 kilómetros de Lima.

 

Reátegui dijo que era consciente de la "polarización" creada por este caso y de las críticas de todos los sectores de la oposición y que por ello decidió dimitir, aunque se congratuló del procedimiento policial que puso fin a la crisis.

 

Según los analistas, la renuncia de Reátegui busca evitar la caída de Ferrero y Chiabra, fuertemente criticados por la oposición.

 

"Carnicería" con Chile y Ecuador

 

Por su parte, Carlos Ferrero criticó en duros términos a Humala por querer mandar a los jóvenes peruanos a "una guerra paralela" con Chile y Ecuador.

 

"Reconocemos que en el país hay pobreza hay desigualdad, hay desempleo. Pero en ninguna parte del mundo esos problemas se resuelven matando, ni menos aún instaurando un gobierno militaristas", señaló.

 

"(El movimiento Etnocacerista) quiere mandar a los jóvenes a una guerra paralela con Chile y con Ecuador haciendo una carnicería entre peruanos sin ninguna contemplación por la vida humana", agregó.

 

La toma de la comisaría el 1 de enero dejó siete muertos, cuatro de ellos policías. Los etnocaceristas, comandados por Humala, tuvieron como rehenes a 17 personas durante tres días en ese recinto policial.