Volodia Teitelboim se confesó "triste" y "resignado" por la postura de Claudio Bunster
El escritor relató que el hecho de volcarse a las letras le ha permitido ir dejando atrás días terribles, como fueron aquellos en que el científico lo culpó de ocultarle la identidad de su padre biológico.
Para el destacado escritor chileno Volodia Teitelboim todavía sigue siendo un tema sensible la postura de Claudio Teitelboim, quien tras enterarse por terceros de la identidad de su padre biológico optó por cambiar su apellido a Bunster, y de romper todo tipo de relación en el Premio Nacional de Literatura 2002.
En conversación con el programa Libro Abierto, espacio dedicado a la Feria del Libro de Santiago, el biógrafo de Juan Rulfo y Gabriela Mistral, señaló que este tema lo tuvo a muy mal traer, sobre todo porque todavía sigue por el cariño que siente a quien crió como un hijo propio, por espacio de 56 años.
El autor de "Gabriela Mistral, pública y secreta" (1991), sostuvo que "el principio fue terrible, ahora que han pasado algunos días me siento bien, porque el trabajo también ayuda muchísimo".
De todas formas, se confesó "un poco triste, un poco resignado, pero también con cierto alivio porque al cabo de poco tiempo de nuevo estoy de pie, haciendo lo que yo quiero y pensando que esos 56 años que él (Claudio) tiene y que de alguna manera los compartió conmigo, en general fueron años buenos, satisfactorios", y que por lo mismo no le guarda "ningún odio, ni rencor".
El militante del Partido Comunista (PC) dijo que después de tantos años de silencio, nada lo hacía presagiar la tormenta que le vino encima y de cuyas causas se desliga de responsabilidad.
"El problema era de su padre (Alvaro Bunster) o de su madre biológica (Raquel Weitzman) con quien estuve casado, y no mío, señaló, junto con recalcar que "acepté desde el primer momento al hijo que recibía y siempre lo traté como tal, nunca hubo ninguna diferenciación", menos aún si se trataba de "un niño admirable".
Volodia Teitelboim, de 89 años, aseguró que por "respeto a él, jamás le dije le verdad, porque sí su padre biológico, que murió como a los 80 años y su madre que murió hace poco, no quisieron confesar el origen, ¿cómo iba yo a decirle a este niño que su padre era otra persona?. Eso significaba como echarlo del hogar".
"Decidí, en vista de que no se establecía la verdadera paternidad, que él era mi hijo, porque aparecía legalmente como tal, es decir por respeto a él", agregó, al tiempo que recordó que la última vez que vio a su ex mujer Raquel Weitzman ella "me dijo que quería hablar conmigo de nuestro hijo. Eso revela que ella no quería sencillamente develar lo que pasaba y yo entendí que era por respeto a él (Claudio) por no causarle dolor.
Además, indicó que por otro lado su padre biológico, "que fue una persona muy respetable, no hizo nada por reestablecer aquel vínculo directamente y no habló con él pudiendo hacerlo. Yo era la persona menos indicada y lo atendí y lo quise como un hijo mío, y lo quiero, y quiero a sus hijos también".
Sobre la posibilidad de buscar el camino de la reconciliación el literato explicó que la situación a la que ha visto enfrentado "es muy compleja", tomando en cuenta "el cambio de apellido, eso significó que no quiere aparecer de ninguna manera como mi hijo y quiere tener el apellido de su padre biológico, pero para mí esto resulta muy doloroso y sencillamente yo he dicho que nuestras vidas han tomado vías paralelas, y le deseo lo mejor".
"Conmigo se acabó el vínculo, según él mismo me lo dijo. Yo lo siento así, porque si él lo hace público...", indicó.
El Premio Nacional de Literatura 2002 presentará en la que presentará en la 25º versión de la Feria del Libro de Santiago, el texto "Por ahí anda Rulfo", biografía sobre el escritor mexicano en la que indica que sólo publicó "El llano en llamas" y "Pedro Páramo", sencillamente porque "sintió que no superaría la altura y no estaría a la altura de lo ya publicado".
El siguiente proyecto literario del hombre que quiere ser recordado tras su muerte "como una persona bondadosa" es un texto sobre escritores chilenos del siglo XX, idea que aún está en etapa inicial y que incluirá a "los menos nombrados, los que me parece que no han recibido la justicia merecida en cuanto al reconocimiento que su obra merece". (Cooperativa.cl)