Un pesimista José Saramago destrozó a la televisión y los políticos

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Autor: Cooperativa.cl

El premio Nobel portugués dictó una conferencia en España en la que manifestó que el mundo está "pésimo" y que los avances de todo tipo sólo han beneficiado a una minoría.

El escritor portugués José Saramago expresó este lunes su pesimismo con relación al uso contemporáneo de la palabra y de la imagen, y afirmó que "vivimos en el paraíso de la palabra inútil y la imagen que no sirve para nada", en un mundo donde la "santa audiencia es venerada en todos los altares".

 

El autor pronunció esas palabras en una conferencia en el seminario "El júbilo del aprendizaje: Beatos y bibliófilos en la pedagogía de la imagen", celebrado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en la localidad de Potes, en la región española de Cantabria.

 

En esta primera jornada del curso, dedicada al "legado de la imagen", el Premio Nobel de Literatura declaró que "el mundo es pésimo", hasta el punto de que, en su opinión, el ser humano no merece la vida y ha fracasado como especie.

 

En respuesta a los que dicen que "estamos mejor que antes", Saramago afirmó que confunden el tener con el ser y que se les olvida que quizá haya mejorado una pequeña minoría entre más de seis mil millones de personas.

 

El autor portugués criticó el uso actual de las imágenes y declaró que ahora se vive "una especie de culto a la imagen como un valor en sí mismo" y la televisión hace una utilización "totalmente gratuita" de esas imágenes, "echando a la cara" de quien mira la pantalla una tras otra sin otro resultado que el aturdimiento.

 

Saramago alertó para la "insensibilidad" en transmitirse un programa sobre la vida de los que se conoce como "famosos" y, en seguida, imágenes de otra bomba en Irak o una epidemia de Sida en Africa,"lo que significa que tanta importancia tiene una cosa como la otra".

 

Según expresó el escritor de obras como "Manual de pintura y caligrafía" y "La balsa de piedra", existe una "santa venerada en los altares de todo el mundo", que es la "santa audiencia (rating)", en cuyo nombre se cometen muchos crímenes contra la razón, la sensibilidad y el buen gusto, con el aplauso además de las propias víctimas.

 

"El sistema ha convertido a las víctimas en cómplices y eso pasa todos los días", subrayó Saramago, quien considera que los ciudadanos deberían exigir que se les respetase, sobre todo a los medios y también el poder político.

 

Para Saramago, también la palabra es objeto de manipulación, "especialmente en el caso de los políticos", una vez que ya se sabe o se sospecha que el que "tiene la palabra en la boca" le está dando el sentido contrario al que posee.

 

Sobre el uso de las palabras, el portugués destacó que algunas se "pudren con el uso" o "se estacionan", como indignación, un término que reivindicó aunque consciente de que los ciudadanos quizá tengan demasiados problemas prácticos que resolver para sobrevivir diariamente como para recuperar su significado.

 

Sin embargo, según Saramago, existe un territorio donde imagen y palabra se convierten en aliados y ese es el territorio del conocimiento, que también es una palabra "pero está diciendo algo".

 

Por la mañana, al inaugurar el seminario, el autor de "La Caverna" defendió que "lo importante en el arte es lo que se recupera" y opinó que lo audiovisual no es "un invento moderno sino algo tan viejo como el mundo o, al menos, como el mundo cristiano.

 

Saramago recordó que cuando hace un tiempo le invitaron a definir sus diez objetivos para el milenio, incluyó entre ellos el que "todos nos convirtamos en filósofos" porque filosofar significa pensar, reflexionar y dudar, palabras que quizá ahora pertenecen -dijo- a ese apartado de las caducas, de las que ya no se usan. (EFE)