Once soldados de EE.UU. enfrentarán juicios por asesinato de iraquíes
En la ciudad de Majmudiya, cinco militares ultimaron a una familia completa tras violar a una menor de 14 años y quemaron la casa para ocultar las evidencias del crimen.
Al menos, 11 soldados de Estados Unidos serán sometidos a cortes marciales por presuntamente asesinar a ocho iraquíes desarmados y violar a una menor en tres incidentes diferentes, según anunciaron este miércoles los comandantes de las unidades a las que pertenecen.
Dos de ellos se enfrentan a una sentencia máxima de pena de muerte y el resto a cadena perpetua.
Los supuestos asesinatos tuvieron lugar este año en las localidades iraquíes de Majmudiya, Thar Thar y Hamdania, y se encuentran entre los casos más graves de delitos presuntamente cometidos por soldados de EE.UU. en Irak.
En Majmudiya, cinco miembros del Equipo de Combate de la Segunda Brigada de la 101 División Aerotransportada presuntamente planearon durante una semana un ataque contra una familia, según se ha filtrado a la prensa.
El 12 de marzo entraron en la casa, a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, y el ex soldado Steven Green, de 21 años, supuestamente mató a los padres de Abeer Qasim Hamza al-Yanabi, una menor de 14 años, y a una hermana de seis años.
Después Green, presunto instigador principal del ataque, violó a la joven, la mató y quemó la casa para ocultar las pruebas.
Al menos dos de los otros cuatro soldados presuntamente también violaron o intentaron forzar a la menor.
Los militares aparentemente ocultaron el delito a sus superiores, que atribuyeron las muertes a violencia sectaria contra la familia, que era sunita.
Green había sido dado de baja de manera honrosa del Ejército debido a un trastorno de personalidad antes de que los mandos militares conocieran los detalles del incidente.
Como ya no es militar, no se enfrentará a una corte marcial, sino que será juzgado en un tribunal federal, y de ser declarado culpable, Green puede ser condenado a muerte, como otros dos de sus ex compañeros, que como el resto serán sometidos a cortes marciales.
El general Thomas Turner, comandante de la 101 División, con base en Fort Campbell (Kentucky), ordenó los juicios militares tras sopesar la investigación del caso y las recomendaciones de los autores, según un comunicado divulgado por esa unidad.
Tomó la misma decisión sobre cuatro soldados del Equipo de Combate de la Tercera Brigada, acusados de asesinar a tres prisioneros en una operación cerca del Canal Thar Thar, al suroeste de Tikrit, el 9 de mayo.
Además, supuestamente amenazaron con matar a otro militar de EE.UU. si les denunciaba a sus superiores. Los soldados mantienen que dispararon contra los iraquíes cuando intentaban escapar.
El suceso se produjo durante una acción militar de tres días bautizada como "Triángulo de Hierro", contra un supuesto campo de entrenamiento de los insurgentes en una antigua planta química, en la que fueron detenidas más de 200 personas.
El tercer caso afecta a tres marines que formaban parte de una patrulla que presuntamente participó en el secuestro y asesinato de Hashim Ibrahim Auad, de 52 años, el 26 de abril en Hamdania.
Tras el asesinato, dispararon un fusil de asalto AK-47 y lo colocaron al lado del cuerpo, así como una pala, para hacer creer que había tratado de enterrar una mina, según la fiscalía.
El general James Mattis, comandante del Mando Central de los Marines, ordenó que se les someta a una corte marcial después de revisar personalmente cada caso, según informó la base de este cuerpo en Camp Pendleton (California) en un comunicado.
El comandante ya había ordenado juicios militares para otros tres miembros de la patrulla. Un séptimo soldado, el marinero Melson Bacos, se declaró culpable de secuestro y conspiración el 6 de octubre, y fue condenado a 12 de meses de cárcel.
Mattis aún no ha tomado una decisión sobre el futuro del líder de la unidad, el sargento Lawrence Hutchins.
Bacos testificó que Hutchins buscaba originalmente a un iraquí que era un "terrorista" y al no encontrarlo, la patrulla entró en la casa de su vecino, Auad, contra el que el sargento disparó.
En la base de Camp Pendleton también se encuentra otra unidad de marines que estuvo presuntamente involucrada en el caso más sonado de abusos en Irak: la muerte de 24 civiles en Hadiza, el 19 de noviembre del año pasado.
El caso está aún bajo investigación y no se han presentado cargos contra los miembros de esa unidad, que están en libertad. (EFE)