Ministra Lusic comunicó a Paola Papi cierre de investigación en caso Anfruns

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Autor: Cooperativa.cl

La magistrado confirmó la tesis que señala a P.P.V. como el autor del asesinato que conmocionó al país en 1979 luego de no poder comprobar la versión que hablaba de la participación de agentes del Estado.

La ministra Dobra Lusic informó este lunes a Paola Papi su determinación de cerrar la investigación por la muerte de su hijo, Rodrigo Anfruns, debido a que no se pudo comprobar la tesis de un complot policial como lo sostuvo más de 20 años después del crimen el teniente (r) de Carabineros Jorge Rodríguez.

 

A raíz de los antecedentes proporcionados por Rodríguez, en 2004 se reabrió la causa por el homicidio de 1979. Las investigaciones de la época, realizadas por el juez Ricardo Gálvez, daban como autor material a un joven de 16 años conocido en ese entonces con las iniciales P.P.V.

 

Tras una extensa reunión con Paola Papi y su abogado, Roberto Celedón, la ministra Lusic señaló que "la investigación demuestra que hay una verdad material que coincide con la verdad procesal, que fue determinada en la época".

 

"La intervención de ahora no ha consistido en revisar lo que se hizo en aquella oportunidad, sino en establecer la participación de gente del Estado, de terceras personas, y eso no ha sido posible", comentó.

 

Consultada por qué no logró verificar la versión del teniente (r), la magistrado sostuvo que fue "porque no está corroborado por ningún otro medio de prueba de Rodríguez Márquez".

 

La jueza Lusic señaló que la versión del teniente Rodríguez no fue reafirmada ni siquiera por su compañero de unidad, Eduardo Guerrero Galaz, en tanto que su segundo compañero, el sargento Arnaldo Insunza Jara ya está fallecido.

 

Además, según fuentes judiciales, exámenes practicados por, al menos, cuatro peritos siquiatras, confirmaron la tesis que culpa del delito a Patricio Pincheira Villallobos, que en la actualidad tiene 43 años.

 

Los expertos examinaron a Patricio Pincheira durante dos meses, y estudiando los antecedentes acumulados durante el proceso, llegaron a la conclusión de que decía la verdad al adjudicarse la muerte del menor.

 

El abril de este 2006, el teniente (r) Rodríguez ya había sido careado con ex compañeros de armas que no apoyaron sus dichos, por lo que incluso arriesga la posibilidad de ser procesado por falso testimonio y obstrucción a la justicia.

 

Paola Papi salió muy afectada de la reunión con la ministra Lusic. La madre de Rodrigo reiteró que el caso de su hijo seguirá para ella en un manto de dudas debido a que le resulta inverosímil haya podido ocultar el cuerpo del menor por 10 días en un sitio eriazo donde buscaron policías, perros y la propia prensa.

 

"Había la mejor disposición para encontrar la verdad, pero las respuestas que yo necesito no están todavía, y me siguen las mismas dudas que me quedaron durante ese tiempo, que la data de muerte no es esa... Rodrigo, su cuerpo no estaba ahí, entonces dónde lo tenía Patricio Pincheira", dijo Papi.

 

"Ahí es donde me entra la duda de que haya sido él, no pudo haber sido él bajo ese punto de vista", agregó la madre de Rodrigo Anfruns.

 

Por su parte, el abogado Celedón sostuvo que "vamos a estudiar, son siete tomos, creo que hay diligencias aún pendientes en un tema que para nosotros ha sido siempre fundamental, que es el tema médico legal".

 

"Nosotros tenemos la convicción de que el niño, la data de muerte del niño, no superaba los tres días. Eso, obviamente, nos ubica en un escenario muy distinto al de P.P.V.", finalizó el jurista.

 

El caso Anfruns

 

Rodrigo Anfruns Papi, de seis años, jugaba en el antejardín de la casa de sus abuelos, en las cercanías de la intersección de Miguel Claro con Sucre, comuna de Providencia, cuando desapareció, un día 3 de junio de 1979.

 

De la desesperación de su familia se hizo parte el país completo, que clamó por el retorno sano y salvo del menor, que se presumía secuestrado. La repercusión del hecho fue tal, que incluso figuras del espectáculo hicieron emotivos llamados, a través de la televisión, para lograr la liberación de Rodrigo.

 

Las policías movilizaron numerosos recursos e, incluso, en el caso colaboraron agentes de los organismos represivos de la dictadura de Augusto Pinochet. Sin embargo, hubo nulas pistas sobre el paradero del infante.

 

Tras 11 días de incertidumbre, el 14 de junio de 1979, el cuerpo sin vida de Anfruns fue hallado en un sitio eriazo, situado a los pies del hogar de sus abuelos, el que había sido registrado en varias ocasiones, incluso con la ayuda de perros adiestrados.

 

El culpable, según la Policía de Investigaciones de la época, fue un menor de 16 años, individualizado con las iniciales P.P.V., quien condujo a los detectives al lugar, tras confesar su crimen. La versión indicó que el cadáver siempre estuvo en una sola parte y, misteriosamente, pasó inadvertido para decenas de uniformados que recorrieron la zona buscándolo.

 

Las diligencias posteriores y la edad del supuesto homicida hicieron que, rápidamente, el juez Ricardo Gálvez, quien actualmente es ministro de la Corte Suprema, cerrara el caso. Además, Investigaciones recibió públicas felicitaciones de parte de La Moneda, encabezada por el entonces los ministros del Interior y Justicia de Pinochet, Sergio Fernández y Mónica Madariaga, respectivamente.

 

Sin embargo, las numerosas dudas que generó el caso, sobre todo cómo pudo un cuerpo estar 11 días en un sitio eriazo registrado en varias ocasiones, siempre hicieron pensar a la familia Anfruns Papi que la verdad no se condijo con la resolución legal del proceso.

 

De acuerdo a versiones desarrolladas por el libro "Una verdad pendiente", de la periodista Soledad Pino, Rodrigo Anfruns Papi fue secuestrado por error, por agentes de los servicios de seguridad de la dictadura, por una rencilla personal entre oficiales de las Fuerzas Armadas.

 

Dos bandos se disputaban la participación en una operación de tráfico de armas, y problemas surgidos en la operación ilegal motivaron a un grupo a idear el secuestro de una menor, para intimidar a su familia, de la que era parte uno de sus enemigos.

 

El plagio se materializó, pero aunque el objetivo no era Anfruns, el niño cayó en las manos de militares, quienes a pesar de haber cometido un crimen, pudieron encubrir su accionar a raíz de su posición en el régimen. (Cooperativa.cl)