Alejandro Sanz llevó en su "tren" de emociones a 30.000 capitalinos

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Autor: Cooperativa.cl

El artista "transportó" a través de sus canciones de la tristeza a la euforia en pocas estaciones a los fanáticos que se acercaron hasta el Estadio Nacional para subirse a "El tren de los momentos" que lo trajo a Chile.

Por Claudia Cáceres

 

Se apagaron las luces hasta quedar completamente a oscuras en el Estadio Nacional, cuando en medio de la expectacion de cerca de 30.000 fanáticos apareció la silueta de un hombre de baja estatura pero una voz ya caraceterística. Alejandro Sanz comezaba así el viaje en su "Tren de los momentos".

 

El cantante madrileño se hizo esperar. Ya eran cerca de las 21:20 horas cuando se iluminó el escenario y en medio de un grito colectivo comenzó la primera canción de la noche, "El tren de los momentos", nombre de la gira que lo trajo a Chile y también de su último trabajo.

 

Vestido completo de negro, Sanz continuó interpretando temas de su séptimo trabajo de estudio, como "En la planta de tus pies" y "Enséñame tus manos", los que a pesar del impecable sonido y calidad vocal, no lograron encender demasiado al público, que esperaba las canciones más conocidas.

 

Mientras interpretaba "Enséñame tus manos", Alejandro se acercó al público y recibió una bandera chilena de uno de sus fans, la que mantuvo en su mano durante toda la canción, recibiendo los gritos de una audiencia que comenzaba a entrar en calor.

 

Fue con el primer sencillo del álbum, "A la primera persona", que la atmósfera cambió para transformarse en un momento mas íntimo, con luces púrpuras de fondo. La siguiente estación del tren de Sanz fue "La peleita", una mezcla de rap y ritmo latino que encendió los ánimos arriba y abajo del escenario.

 

Fue en la segunda parte del show, cerca de las 22:00 horas, cuando comenzaron a corearse con fuerza los éxitos del cantautor, sobre todo con "Corazón partío", el que logró levantar de sus sillas a los que continuaban sin inmutarse, aún más cuando el cantante bailó un poco de su sensual ritmo flamenco con una de sus coristas, lo que finalizó con un aplauso cerrado y los primeros gritos colectivos de euforia.

 

"Quiero invitarles la canción 'Donde convergemos'", dijo Sanz, tras lo cual las luces volvieron a tornarse púrpura y la atmósfera se llenó de emoción, con los ojos cerrados del ibérico plasmados en las pantallas gigantes del estadio.

 

Luego de más de una hora de concierto, comenzó el momento de mayor euforia de la noche, "Mi soledad y yo", "La fuerza del corazón", en el que fue acompañado de la melancolía de un saxofón, temas coreados de principio a fin y que hicieron vibrar a todo el Estadio Nacional.

 

Sanz sonreía y coqueteaba a las 30.000 personas que lo estaban presenciando cuando inició su medley con las conocidas "Amiga mia" y "Y si fuera ella". Mientras cantaba esta última el artista se inclinó para dar a un hombre del público el único beso de la noche a sus admiradores, quien era justamente el ex futbolista Iván Zamorano.

 

"Y si fuera ella" la terminó cantando con los ojos humedecidos y casi sin voz.

 

Pifias para Zamorano

 

Al finalizar "El alma al aire" Sanz inesperadamente comenzó a despedirse: "La hemos pasado bien en Santiago" señaló, mientras las mujeres rompían sus gargantas para evitar que el sueño acabara a menos de dos horas de concierto.

 

Sin embargo, algo se presentó inesperadamente, cuando a Sanz se le ocurrió la desafortunada idea de dedicarle la "última canción" a su "amigo" Iván Zamorano, que estaba sentado en la primera fila: las pifias fueron rotundas y un recuerdo nefasto del Transantiago se apoderó del Tren de Sanz y casi lo hizo descarrilar.

 

Por suerte, pudo más el cariño por el ibérico y al momento de entonar la canción "Try to save your song" volvió el ritmo al escenario y las palmas se levantaron una vez mas para olvidarse de inmediato del impasse.

 

Una bulería repetida

 

La falsa partida de Sanz no duró mucho tiempo, mientras se escuchaba el tradicional "no nos vamos ni ca...". El artista volvió en mangas de polera y sin músicos, pero con una guitarra española con la que demostró sus dotes y su capacidad en el cante jondo.

 

El artista ya había hecho lo mismo en su presentación de 2004 en el tour "No es lo mismo", al igual que su solo de piano cantando el melancólico tema "Lo ves", hecho que no hizo que la reacción de la audiencia fuera menos estremecedora.

 

Te lo agradezco pero sí

 

Alejandro Sánchez Pizarro volvió a salir del escenario y las únicas luces que se veían eran los cintillos fosforescentes del público que a modo de luciérnagas enmarcaban la noche, cuando parte del respetable comenzó a cantar la esperada "Te lo agradezco pero no", solicitando el tema en el que Sanz une su voz a la de la colombiana Shakira.

 

"¿Cómo sabían que iba a cantar esa?" bromeó el artista, "Te lo agradezco, pero sí" dijo, tras lo cual entonó la canción haciendo dúo en un principio con su corista, para luego aparecer la estudiante de veterinaria de La Florida que ganó el casting para hacer las veces de Shakira.

 

Crespa y rubia como la colombiana, Teresa Muñoz cantó un nervioso coro junto a Sanz, siendo la envidia de las miles de fanáticas del artista.

 

"Son todos sueños, no es tanto misterio la vida", fueron unas de las las últimas palabras del español, tras lo cual interpretó la última canción de la noche: "No es lo mismo".

 

El cantautor se despidió de su público luego de más de dos horas de concierto con la bandera en la mano y con un gorro de Chile en la cabeza, todavía con los acordes del último tema. (Cooperativa.cl)