Uruguay está preocupado por rumores de atentado contra celulosa
El canciller Gargano instó al Gobierno argentino a tomar medidas ante los indicios de un ataque contra la planta que se construye al borde de la frontera, y que es rechazada por ambientalistas.
El Gobierno uruguayo está "atento y preocupado" por los rumores en Argentina sobre un posible atentado contra la planta de celulosa de la empresa finlandesa Botnia, cuya construcción es rechazada por las autoridades y grupos de vecinos trasandinos, señalaron este jueves fuentes oficiales.
Omar Lafluf, intendente de Río Negro, donde se construye la planta, manifestó la preocupación de las autoridades ante un eventual ataque.
"Hablé con el canciller Reinaldo Gargano y me dijo que tanto él como el presidente (Tabaré) Vázquez están alertas y preocupados por esas versiones", señaló Lafluf.
Sin embargo, Gargano señaló que Montevideo "no tomará medidas" ante aquellos rumores, porque "quien tiene que tomar medidas es el Gobierno argentino".
Además, el canciller negó la posibilidad de que efectivos militares regresen a custodiar las proximidades de la planta de Botnia, como ya ocurrió el año pasado.
Los uniformados vigilaron la empresa varios días hasta que las autoridades de Botnia solicitaron su retiro al entender que su presencia perjudicaba la imagen de la empresa y agregaba tensión al conflicto.
En la última semana integrantes de la Asamblea Ambientalista de Gualeguaychú señalaron que han recibido "muchos ofrecimientos" de personas y grupos "dispuestos a impulsar un atentado" contra la planta de celulosa.
Protesta en el río Uruguay
La asamblea "dio un voto de confianza" a un grupo de unas 10 personas que como forma de protesta lanzaron bidones, tarros y otros elementos para dificultar la navegabilidad del río Uruguay, límite natural entre ambos países.
Efectivos de la Prefectura Nacional Naval uruguaya retiraron en los últimos días de las aguas del río 17 tarros de metal de 100 litros, cuatro bidones de plástico de 25 litros, otros 14 bidones de cinco litros, balsas hechas con cámaras de vehículos, cuatro cubos de 15 metros de largo y otros 11 más pequeños con metales en su interior.
Algunos de ellos tenían dibujadas banderas piratas y mensajes contra la instalación de la planta de Botnia.
Las autoridades argentinas y grupos de vecinos de Entre Ríos se oponen a la construcción de la planta de celulosa con el argumento de que causará daño al medio ambiente de la zona, lo que es negado por el Gobierno uruguayo y la empresa. (EFE)