Colombia no acepta la gestión ecuatoriana para liberar a Ingrid Betancourt
El canciller Fernando Araújo consideró como una violación a las normas internacionales los posibles contactos de Quito con las FARC sin su autorización expresa.
El Gobierno de Colombia calificó este miércoles como "inaceptables" los supuestos contactos de las autoridades de Ecuador con las FARC para lograr la liberación a la ex candidata colombiana Íngrid Betancourt, secuestrada por esa guerrilla desde 2002.
El Ejecutivo colombiano, en un comunicado leído por el ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Araújo, exigió "las explicaciones pertinentes" al Gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien aseguró en Europa que la liberación de Betancourt "se frustró" por culpa de las autoridades colombianas.
En la protesta enviada a la canciller ecuatoriana, María Isabel Salvador, Araújo señaló que unas declaraciones hechas en París por Astrid Betancourt, hermana de la ex candidata presidencial secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) señalan los posibles contactos de emisarios de Ecuador con ese grupo insurgente.
"El Gobierno de Colombia considera una violación a las normas internacionales que obligan a todos los Estados a luchar contra el terrorismo, cualquier comunicación o intento de comunicación con estos grupos terroristas que no se haya convenido ni haya sido autorizado previamente por el Gobierno colombiano", expreso Araújo.
Astrid Betancourt afirmó este miércoles que el presidente de Ecuador le dio a su familia una "luz de esperanza" al decirles que mantiene contactos con las FARC en busca de la liberación.
La hermana de la ex candidata cautiva, que se reunió con el mandatario ecuatoriano en París, aseguró que Quito ha retomado "leves contactos" con la guerrilla "que van a ser profundizados en los próximos días".
"El problema de Íngrid y de todos los secuestrados está en el corazón del Gobierno ecuatoriano", manifestó Astrid Betancourt.
Colombia y Ecuador atraviesan por una crisis diplomática desde el pasado 1 de marzo, cuando tropas colombianas incursionaron en un campamento de las FARC en suelo ecuatoriano y dieron muerte a 26 personas, entre ellas el segundo al mando de esa guerrilla, Luis Édgar Devia, alias "Raúl Reyes".
Dos días después de la operación militar, Correa anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas, que siguen sin reanudarse pese a los buenos oficios de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El 7 de marzo los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y de Ecuador, anunciaron que habían hecho las paces durante la Cumbre del Grupo de Río en Santo Domingo.
En su comunicación, el Gobierno colombiano también pidió al presidente Correa "la rectificación a sus declaraciones en las que señala que la liberación de la señora Íngrid Betancourt se frustró por la acción militar en contra del campamento del terrorista 'Raúl
Reyes'".
"El Presidente Correa siempre manifestó que no haría ningún contacto con las FARC sin la autorización de nuestro Gobierno. Por lo tanto no es cierto que estuviera adelantando gestiones para ese efecto", afirmó el Gobierno colombiano en la nota firmada por
Araújo.
Por último, la Cancillería colombiana expresó que "para discutir un acuerdo humanitario con el grupo terrorista de las FARC, el Gobierno ha autorizado facilitadores que son públicamente conocidos. Sin embargo, el Gobierno exige de las FARC la liberación inmediata de todos los secuestrados de manera unilateral e incondicional".
El presidente ecuatoriano anunció su gira por varios países europeos para exponer su postura frente a la crisis con Colombia, pocos días antes de que la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) revele un informe sobre los computadores
personales de "Raúl Reyes".
Las autoridades y algunos medios colombianos aseguran que esos ordenadores pueden involucrar en tratos con las FARC a Correa y al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Correa no acepta calificar a las FARC como grupo terrorista, como lo considera Colombia y como figura en listas de Estados Unidos y la Unión Europea.
El pasado lunes el gobernante de Ecuador señaló en España que no teme lo que diga el informe de Interpol y que nunca ha conocido a nadie de las FARC. (EFE)