La calefacción combustible en los hogares contamina igual o más que la polución atmosférica
Así lo afirmó un estudio que realizó la Universidad de Harvard en conjunto con Chilectra presentaron sobre el impacto de los contaminantes introdomiciliarios en la Región Metropolitana.
Por Andrea Obaid C.
La contaminación que se produce por los diversas formas de calefacción en los hogares es igual o mayor que la polución atmosférica, agudizando aún más el impacto sobre la salud de las personas.
Estos son los resultados de un estudio "Impacto de Fuentes de Combustión en la Calidad del Aire al Interior de Hogares de la Región Metropolitana", desarrollado por la Universidad de Harvard en conjunto con el Centro Mario Molina Chile, entidad patrocinada por el Premio Nóbel de Química 1995 del mismo nombre y que fue encargado por Chilectra.
En tanto, la electricidad, en comparación con el gas natural, el gas licuado y el kerosene, es el único energético, que -al no ser combustible- no genera contaminación al interior de los hogares.
La investigación realizada con instrumentos de última generación midió durante el invierno de 2007 la utilización de distintos energéticos para calefacción, cocina y calentamiento de agua al interior de 16 hogares de similares características.
No obstante, la utilización de combustibles para el uso doméstico, como el gas natural, gas licuado y kerosene, aumentan los índices al interior de las viviendas, incluso -en muchos casos- superando los niveles "de la calle".
Los hogares que utilizan electricidad presentan 17 por ciento menos de concentración de material particulado fino (MP 2.5), uno de los contaminantes más dañinos para la salud, con relación a las viviendas que utilizan gas natural.
Esto es 26 por ciento menos respecto al gas licuado y 52 por ciento con relación a las que utilizan kerosene.
Efectos nocivos para la salud
Si bien, el uso de electricidad como calefacción tiene un costo mucho mayor, Jorge Cáceres, director del Centro Mario Molina Chile, afirmó a Cooperativa.cl que "el gas o el kerosene pueden ser más baratos que la energía, pero los costos que se pagarán en salud serán mucho mayores".
"Con estos artefactos se suman las emisiones que combustionan dentro de la casa, elevando los niveles de contaminación", agregó.
El material particulado fino (MP 2.5) puede disminuir la función pulmonar de las personas, especialmente aquellos que son asmáticos; irrita la mucosa de ojos, nariz, garganta y tracto respiratorio; contribuye a desarrollar la bronquitis aguda u obstructiva; aumenta las infecciones respiratorias, especialmente en los niños; e incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas.
Por otra parte, según el estudio los hogares que utilizaron electricidad como el principal energético, presentaron menores niveles de concentración de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y material particulado ultrafino.
"Este estudio pretende contribuir a la comprensión de la situación de la calidad del aire al interior de los hogares de Santiago, a lo que se ven expuestos millones de habitantes, índices no conocidos hasta la fecha y que en muchas situaciones superan a los niveles de contaminación existentes en el exterior", señaló Cáceres.
Y agrega: "La contaminación intradomiciliaria, producto del desconocimiento, parece no tener el grado de atención que amerita en términos de impacto para la salud de las personas. Hay que crear consciencia en la población para que tomen en cuenta que no sólo el tabaco y el monóxido de carbono contaminan, también lo hacen la leña, el kerosene y el material particulado". (Cooperativa.cl)