Liu Xiang pidió perdón al pueblo chino por su retiro en los Juegos
El actual campeón de los 110 metros vallas dijo que no tuvo otra opción.
Prometió volver a las competencias.
El atleta chino Liu Xiang, que hizo llorar a sus compatriotas al retirarse lesionado de la prueba de los 110 metros vallas de los Juegos, pidió perdón a su pueblo y aseguró que no tenía otra opción que abandonar, aunque prometió volver a las pistas.
En una entrevista con la Televisión Central de China (CCTV) emitida este martes, Liu recordó que "mucha gente ha estado preocupada y atenta" por él.
"Lo siento, no tuve otra opción sino retirarme de la carrera", declaró el vallista, oro en Atenas 2004, uno de los deportistas más queridos por la afición y más cotizados en el mercado publicitario del gigante asiático.
"Hace dos semanas corrí en unos 12,9 segundos. No sé por qué las cosas se volvieron así. Quería mantenerme, pero no pude. Era insoportable. Si hubiera terminado la carrera, habría arriesgado mi tendón. No podría describir mi sentir en ese momento", explicó Liu.
Abandono inevitable
Tras varios meses alejado de la competición, y varias semanas en paradero desconocido -no participó en la ceremonia inaugural-, el vallista insistió en que el empeoramiento de su lesión en el tendón de su pie derecho, el de apoyo, era insuperable, de ahí el doloroso retiro.
"No me sentía bien mientras estaba calentando justo antes de la carrera. Sabía que mi pie fallaría", aseguró Liu, de quien el etíope Haile Gebreselassie, plusmarquista mundial de maratón, dijo que su lesión está en la cabeza y no en la pierna.
El atleta defendió que su abandono, que conmocionó a China, era inevitable. "No soy de ese tipo de personas que se retiran fácilmente, y creo que volveré", apuntó Liu, consciente de que muchos piensan que su retiro llegó por ser incapaz de soportar la presión mediática y las expectativas vertidas sobre su persona.
Liu Xiang se retiró de la pista cuando se disponía a correr la sexta serie de la primera ronda de 110 metros vallas debido a un intenso dolor en la pierna derecha, derivado, según su entrenador, Sun Haiping, de una vieja lesión en el tendón de Aquiles que ya tuvo hace años, antes de los Juegos Olímpicos de Atenas.