Rashid Ramzi y Christine Ohuruogu brillaron en el atletismo de Beijing

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Autor: Cooperativa.cl

El atleta de Bahrein se impuso en los 1.500 metros y la inglesa en los 400.

Usain Bolt avanzó con comodidad a la final de los 200.

El bahreiní Rashid Ramzi, desaparecido durante un año tras su paso triunfal por el Mundial de 2005, regresó a la cima del medio fondo al proclamarse campeón olímpico de 1.500 con un tiempo de 3'32"94 mediante un embalaje de 200 metros que le puso fuera del alcance del keniano Asbel Kiprop y del neozelandés Nicholas Willis.

El francés Mehdi Baala, segundo favorito, fracasó en su intento de subir al podio y terminó cuarto.        

Las leyes del 1.500 son inexorables y nadie, ni siquiera el gran dominador de la prueba -lo sabe Hicham El Guerruj, hoy retirado- está libre de verse envuelto en las turbulencias de la carrera más táctica del programa atlético.

Ramzi y Baala, subcampeón mundial en París 2003, partían como favoritos, y en un segundo término dos kenianos con marcas del año por debajo de 3'32", Augustine Choge (3'31"57) y Asbel Kiprop (3'31"64). La final confirmó el pronóstico respecto al bahreiní, pero no acertó con Baala.

 

Christine Ohuruogu se llevó el oro en los 400

La británica Christine Ohuruogu, campeona mundial en Osaka 2007, completó el círculo con el oro olímpico de Pekín 2008 de los 400 metros, carrera en la que la gran especialista estadounidense de los últimos tiempos, Sanya Richards, logró un decepcionante bronce.

Ohuruogu, que estuvo un año sancionada (del 6 de agosto de 1006 al 5 de agosto de 2007) por no aparecer a tres controles de dopaje, remató en la recta final con un poderoso remate en el que rebasó a Richards, que había dominado hasta entonces la prueba y terminó con el bronce.

La británica, que en Atenas 2004 fue cuarta, se colgó su primer metal olímpico con un crono de 49,62 segundos.

La jamaicana Shericka Williams también aprovechó el hundimiento de Richards para rebasarla y conseguir la segunda plaza en un tiempo de 49.69.

Por su parte, la estadounidense Dawn Harper se proclamó nueva campeona olímpica de los 100 metros vallas al aprovecharse del tropezón en el penúltimo obstáculo de su compatriota LoLo Jones, la gran favorita, que tenía encarrilada la victoria.

Harper, que ganó con un crono de 12"54, su mejor marca personal, releva en el palmarés a su compatriota Joanna Hayes y resguarda el honor de su país en esta prueba, por cuanto ni Damu Cherry, cuarta, ni Jones, a la postre séptima, pudieron subir al podio.

Fue una final inesperada en su resolución, porque las otras medallas se las repartieron dos atletas que estaban llamadas a ser comparsas entre las grandes favoritas, la australiana Sally McLellan (12"64) y la canadiense Priscilla Lopes-Schliep (12"64), quienes saltaron, chillaron y se abrazaron cuando conocieron a través de los marcadores su éxito.

 

Bolt sigue deleitando

El jamaicano Usain Bolt, autor del mejor tiempo en semifinales de 200 (20"09), atacará este miércoles su segunda medalla de oro olímpica en la que ha sido su especialidad hasta este mismo año, sólo cuatro días después de bendecir la pista del Estadio Nacional de Beijing con un nuevo récord mundial de 100 (9"69).

Siguiendo el ritual de gestos que ya le caracteriza antes de la salida, Bolt se empleó lo justo para mantener a raya al estadounidense Shawn Crawford, defensor del título, que prefirió no disputarle, todavía, el primer puesto.

El récord de Michael Johnson (20"32), que data de los Juegos de Atlanta 1996, presenta un índice de dificultad suficiente como para resistirse a cualquier atleta, incluido Usain Bolt, que no lo busque expresamente en una sola carrera, sin el desgaste de siete esfuerzos anteriores concentrados en una semana.

 

Disco y salto alto

 En tanto, el estonio Gerd Kanter, mejor lanzador de disco este año, añadió con una marca de 68,82 el título olímpico al mundial que había conquistado el año pasado en Osaka, privando al lituano Virgilijus Alekna de su tercer oro consecutivo en unos Juegos.

La medalla de plata, con 67,82, fue para el polaco Piotr Malachowski,  miembro de la pujante generación de lanzadores polacos junto a Tomasz Majewski, sorprendente ganador, el primer día, de la final de peso. Alekna sólo pudo ser tercero con 67,79.

En el salto alto masculino, el ruso Andrey Silnov gana la medalla de oro con un brinco de 2,36 metros. La plata es para el británico Germaine Mason (2,34) y el bronce es del ruso Yaroslav Rybakov (2,34).