La segunda versión de la Cumbre del Rock tuvo un festivo cierre

Pese a que se trató de una jornada maratónica que llegó a su fin más allá de las 01:00 horas de este lunes, el cierre de la Cumbre del Rock lejos de decaer en ánimo se fue transformando en una catarsis colectiva, donde cada quien echó mano a las últimas energías tras más de 13 horas de música en vivo.

Y es que la gente, cuyo reparo general apuntó a la escasez de puntos e información donde conseguir agua potable para capear el calor, tenía ganas de volver a sus hogares no sin antes quemar sus últimos cartuchos.

Ello ya se hizo evidente en la manera en que, cuando el sol todavía pegaba fuerte, recibieron de buena gana a Sinergia y sus canciones como "Mujer robusta". Luego vino Los Tres y fiel público que se sabe de memoria sus temas y que son capaces de corearlos, aún cuando la del domingo haya sido una de las más parsimoniosas de la banda, con una puesta en escena casi mecanizada y cargada de desidia.

Gran parte de las 40.000 personas que llegaron hasta el Club Hípico de Santiago formaban parte de la "comunidad marrana" y así lo hicieron sentir con fuerza cuando llegó el turno de Chancho en Piedra, que sorpredió con look a lo Farkas que lució su vocalista, en una ironía preparada con motivo "del año en que abundarán los payasos", en alusión a la carrera presidencial.

Jorge González tomó el relevo con un set de canciones de Los Prisioneros, entre ellas "Brigada de negro", "Para amar" y "Tren al sur", en una actuación en la que aseguró que no volverá a cantar temas de su disuelto grupo, pese al cariño que le tiene a cada una de las composiciones.

Por su parte Los Bunkers ya tienen un merecido público cautivo fruto de su cuidada y guitarrera puesta en escena, y los muchos hits que han logrado colocar en el inconsciente colectivo,  marcando uno de los puntos altos de la cita. 

De los pocos grupos que se atrevieron a innovar y preparar un show especial para a ocasión fueron Los Jaivas, con una presentación de temas con grandes pasajes instrumentales, que fueron seguidos con atención por la gente.

Después de darse esas licencias vino la fiesta, con el tema "Todos juntos", en compañía de un sinfín de artistas entre ellos, Florcita Motuda, Javiera Parra, Juane Fe, y Los Bunkers.

Para el cierre de los dos escenarios principales Juana Fe, Cholomandinga, Joe Vasconcellos y La Floripondio dieron rienda suelta a quienes estuvieron dispuestos a morir con las botas puestas en la celebración de una jornada más, la segunda en su historia, de la gran cita cumbre de la música chilena, que en esta ocasión tuvo entre sus puntos más esperados el reencuentro de los ex Los Prisioneros Claudio Narea y Miguel Tapia.

El escenario alternativo también tuvo lo suyo, y el power estuvo a cargo de Dorso, Fiskales ad hok y Criminal, banda que pidió más espacio en festivales chilenos para el heavy metal.