Familias de víctimas del 11-M siguen buscando justicia a cinco años del atentado
Madre de uno de los fallecidos acusó indiferencia de las autoridades con sus destinos.
Es el primer año en el gobierno español no programó un acto oficial
La presidenta de la Asociación 11-M, Pilar Manjón, se quejó de la indiferencia general de los tres poderes del Estado español con la situación de las víctimas del 11 de marzo de 2004, al cumplirse el quinto aniversario del atentado que dejó 191 muertos y casi dos mil heridos.
"Nosotros seguimos buscando justicia y, por ejemplo, con el Poder Judicial aún tenemos siete sumarios abiertos, con el Legislativo nos gustaría que hubiera cambios importantes, no ya para nosotros porque ningún cambio tiene carácter retroactivo, pero sí para un futurible y sobretodo para la prevención", señaló a Radio Cooperativa la dirigente.
Los atentados del 11-M fueron recordados con diversos actos de homenaje, ensombrecidos por la división de los partidos políticos y las asociaciones que agrupan a las víctimas.
Manjón, que perdió a su hijo adolescente en los atentados, reprochó públicamente el olvido de las víctimas por parte de las instituciones en el quinto aniversario de la masacre.
"El olvido sería su segunda muerte", dijo Manjón durante un acto de homenaje junto a las vías del tren, en las inmediaciones de la estación de Atocha de Madrid, donde fallecieron 64 personas en la mañana del 11 de marzo de 2004 cuando los cuatro trenes de cercanías fueron atacados con diez mochilas bomba en el peor atentado ocurrido en Europa, perpetrado por terroristas yihadistas.
Cuatro explosiones en diferentes trenes desataron la tragedia. |
En otro acto similar, celebrado en la sede de la Comisión Europea en Madrid, otras víctimas expresaron su indignación por la división mostrada por los principales partidos políticos ante los homenajes programados por el quinto aniversario de la matanza.
"Es una pena y una vergüenza que una vez más los políticos hayan antepuesto sus intereses al apoyo a las víctimas", dijo la vicepresidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, que perdió a su hija en los atentados.
Las críticas fueron suscitadas por la falta de un acto institucional de homenaje y también por la división escenificada por las dos principales formaciones políticas españolas, el gubernamental Partido Socialista (PSOE) y el opositor Partido Popular (PP, conservador) en una fecha como esta.
Los hechos
El 11 de marzo de 2004, minutos después de las 07:30 de la mañana, cuatro trenes de cercanías que se dirigían al centro de Madrid repletos de trabajadores y estudiantes fueron atacados con 10 mochilas bomba que explotaron en su interior causando la muerte a 191 personas y heridas a 1.841.
Muchas de las víctimas eran inmigrantes, sobre todo originarios del Este de Europa, principalmente rumanos, y también marroquíes y de países de América Latina, entre ellas el chileno Héctor Figueroa, quien se desplazaba hacia su lugar de trabajo en la construcción cuando fue asesinado por la explosión del tren que le transportaba de la estación de El Pozo a Atocha.
La sentencia del juicio que juzgó los ataques concluyó, como hecho probado, que los autores materiales de la matanza y los cooperadores eran "miembros de células o grupos terroristas de tipo yihadista".
Siete de los considerados autores materiales se suicidaron tres semanas después del atentado al verse rodeados por la policía. Una quincena de implicados, la mayoría de origen marroquí, argelino y sirio, fueron juzgados y condenados a diversas penas de prisión.