Caso Berríos: Coronel uruguayo acusó a juez de querer "venganza"

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Autor: Cooperativa.cl

Tomás Casella criticó las condiciones de vida en Chile.

Asegura que en tres años no ha podido presentar su primer escrito de defensa.

El coronel en retiro Tomás Casella, uno de los tres militares uruguayos extraditados a nuestro país en 2006 por su presunta participación en el secuestro y asesinato del ex químico de la DINA Eugenio Berríos, acusó al juez de la causa de querer "venganza".

"Cuando el presidente (uruguayo), Tabaré Vázquez, salió de aval nuestro para que esperásemos en Uruguay el juicio y dijo que íbamos a estar de regreso en tiempo y forma en Chile cuando la Justicia lo requiriera, el juez (Alejandro) Madrid dijo que no era garantía suficiente", relató el ex militar.

"Y si un presidente de la nación que le da la extradición no es garantía suficiente, no sé qué garantías precisa. Me lo encontré hace seis meses en una esquina y le pregunté si era de Bush la garantía que quería y se reía. Porque lo que esta gente está haciendo es venganza, no les importa si hubo o no delito", explicó en una entrevista publicada por el diario uruguayo El País.

"Tenemos confianza en la Justicia pero a nivel de Suprema Corte y no de estos jueces que quieren ascender y por eso toman esta venganza y revancha. El que procesa más milicos tiene más posibilidades", fustigó.

Castella criticó fuertemente sus condiciones de vida en Chile, pues, según contó, la Justicia no les ha brindado ningún tipo de ayuda médica ni la documentación apropiada.

"Hemos estado renovando los documentos cada cuatro meses, entramos sin visa de ningún tipo, nos estaban esperando alrededor de 70 policías en el aeropuerto y no hubo uno que nos pusiera un sellito cuando entramos a Chile", dijo

De acuerdo a lo relatado por el otrora uniformado, el 18 de abril cumplirán tres años en Chile y aún no han podido presentar el primer escrito de defensa.

"La primera vez que nos interrogaron ya habían pasado 10 años de los hechos, o sea, se parte de la base que los dos delitos están prescriptos", explicó.

"También -agregó- se denunciarán todas las irregularidades dentro del proceso, como documentos falsos. Lo más triste es que se le dio cuenta al juez de la constatación de un documento falso y no tomó ninguna medida".

Berríos fue asesinado en 1993 en el balneario uruguayo de El Pinar, donde estuvo en cautiverio en el marco de una operación conjunta de militares chilenos y uruguayos.

El caso fue archivado por la Justicia uruguaya, pero en Chile fueron procesados una decena de militares chilenos y también los uruguayos Casella, Eduardo Radaelli y Wellington Sarli, acusados de asociación ilícita y secuestro.

Sin embargo, Casella argumentó que "para los chilenos podía ser una operación de inteligencia, pero para Uruguay no era nada".

"No teníamos ningún tipo de interés, ni sabíamos que era Berríos y si lo hubiéramos sabido tampoco hubiéramos hecho nada, porque ni en Uruguay ni en Chile se sabía quién era esta persona. Su esposa lo iba a visitar y es la principal querellante de este caso. Si estaba secuestrado ¿cómo era que lo iba a visitar? Entonces ella tendría que estar procesada por secuestro, supongo", sentenció.