Académico hondureño acusó a EE.UU. de ser tolerante con Roberto Micheletti
Armando Orellana está preocupado por la supresión de garantías constitucionales en el país.
Manuel Zelaya pidió a la ONU ayuda para revertir el golpe de Estado.
El sociólogo y profesor de la Universidad Pedagógica de Honduras, Armando Orellana, criticó la actuación del gobierno de EE.UU. en la crisis de su país, acusándolo de tener una "cierta tolerancia" hacia el golpista Roberto Micheletti.
"Lo que vemos reflejado en el contexto internacional es que el Estado norteamericano o buena parte de él ha estado colaborando con la dictadura. Hemos visto una actitud hasta cierto punto que ha facilitado las acciones de la dictadura", afirmó.
Según dijo Orellana a El Diario de Cooperativa, "de alguna manera ha habido cierta tolerancia" con Roberto Micheletti, cuando se sabe de los allanamientos, del golpe militar ocurrido con Zelaya.
El académico manifestó su preocupación por el daño que hizo el presidente de facto con la suspensión de cinco garantías constitucionales, que "es de todo punto de vista violatorio a los derechos humanos".
"El peligro para los dirigentes de la resistencia es inminente. Se habla de listas que tienen la policía de inteligencia para eliminar físicamente a estos y la posibilidad de que, en cualquier momento, intervenir en la embajada de Brasil", sostuvo.
"Tenemos retenes en las carreteras, donde los policías están registrando a las personas, algunas han sido maltratadas y otras por cualquier problema están siendo detenidas. Es una situación muy difícil", admitió el académico, donde "la arbitrariedad está apareciendo", explicó
Llamado a la ONU
La noche del lunes, el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, se dirigió a la Asamblea General de la ONU, pidiendo "su apoyo para revertir este golpe de Estado y que la democracia sea un bien para todas las naciones del mundo".
Vía telefónica desde su refugio en Brasil, Zelaya afirmó que en su país "además de un golpe de estado, se está instalando una dictadura fascista" que ya lleva "93 días de represión".