Locura por Metallica dejó un centenar de detenidos y un carabinero herido
Los californianos "incendiaron" a las 54.000 personas que se dieron cita la noche del martes.
Llegaron al Club Hípico tras un pequeño impasse con el SAG.
La salida del lugar fue dificultosa.
Llamas, fuegos artificiales, letras sobre guerra y muerte "prendieron" a las 54.000 personas que la noche del martes disfrutaron de un sólido recorrido de Metallica por su amplia carrera, desde la ochentera "Fight fire with fire" hasta la actual "Cyanide", en una fiesta en que los desmanes estuvieron fuera del Club Hípico.
La jornada comenzó temprano para los fanáticos que esperaban desde primera hora para ingresar y, afortunadamente para ellos, la intendencia procuró que pudieran acceder antes a sus lugares; menos suerte tuvieron los propios integrantes de Metallica, quienes debieron esperar por cerca de 40 minutos que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) revisara parte de sus pertenencias, debido a que un miembro del equipo llevaba fruta, cosa prohibida en nuestro país.
Pero finalmente, cumplido el trámite de rigor, los "cuatro jinetes" llegaron al Club, pasadas las 19:00 horas, al mismo tiempo que algunos intentaban "avivarse" ingresando por alguno de las puertas laterales correspondientes a los stud, lo que fue rápidamente controlado por Carabineros.
Guerra, muerte y detenidos
Tras un comienzo de fiesta animado por Criminal, las cosas estuvieron listas para la banda comandada por James Hetfield, que esperó hasta que oscureciera completamente -a eso de las 21:29 horas- para dar comienzo al show con la clásica "The Ecstasy of gold" (autoría del maestro italiano Ennio Morricone) de "El bueno, el malo y el feo", coreada a todo pulmón por el público, como si de un tema mas de la dupla Hetfield-Hammet se tratara.
Cuando dentro del Club Hípico ya sonaban "Creeping death", "Harvester of sorrow" y "The end of the line", afuera centenares de personas sin ticket que no pudieron ingresar al recinto comenzaron a destruir señalética y a enfrentarse con carabineros, incidentes que terminaron con 120 detenidos y un uniformado con lesiones.
Como banda sonora de lo que ocurría afuera, Metallica siguió dando paso a parte de sus riffs más pesados, como "Sad but true", "Broken, beat & scarred", "Master of puppets" y "Fight fire with fire", momento en que arreciaron en el recinto enormes llamaradas y fuegos artificiales.
"Metallica ama a Chile"
Un breve descanso para el resto de la banda dio paso para que Kirk Hammet hiciera muestra de su habilidad para introducir la calma -en medio de la acelerada jornada- "Nothing else matters", con un James Hetfield sentado y dando cuenta de su manejo con el público, en este caso chileno, dada la ventaja de saber algo de español gracias a la familia de su esposa argentina.
El vocalista de la banda que le subió el pulso al metal a mediados de los ochenta habló constantemente con el público en inglés y español, declarando permanentemente el amor por sus fans y aprovechando las pantallas gigantes del recinto para enviar pequeños mensajes de "señas" para el público, que lo siguió en cada una de sus gracias, incluido un paseo por el escenario ataviado de una bandera chilena.
La banda retomó los redobles con "Enter sandman" y, luego del coreado bis, se despidió con la reclamadísima por el público "Seek and destroy", tras lo cual los fanáticos se retiraron pasadas las 23:30 horas del recinto en una extensa y polvorienta caminata que "embotelló" a los asistentes en el sector de avenida Tupper y en Blanco Encalada, donde además el tráfico fue caótico.