Efecto Mozart no existe: escuchar su música no hace más inteligentes a los niños
Equipo de científicos lo calificó como una "leyenda urbana" de la psicología.
No se pudo comprobar ningún efecto específico de la música en la inteligencia espacial.
Un equipo de científicos austríacos acaba de concluir que escuchar música de Mozart para elevar la inteligencia de los niños no es más que una de las muchas "leyendas urbanas" de la psicología popular.
Desde que en 1993 Frances Rauscher, una psicóloga estadounidense, anunciase que las composiciones del genial compositor austríaco favorecían la mejora del coeficiente intelectual, no pocas familias se han esforzado en que sus hijos, incluso antes de nacer, pudieran escuchar música de Mozart.
"Recomiendo a todos que escuchen música de Mozart, pero no se puede satisfacer la expectativa de que de esta manera se logre un aumento de la capacidad cognitiva", explicó Jakob Pietschnig, uno de los autores del estudio.
La investigación que reduce el conocido como "efecto Mozart" a la categoría de mito ha sido realizada por Pietschnig y varios colegas de la Facultad de Investigación Básica sobre Sicología en la Universidad de Viena.
Para llegar a ese resultado, los expertos analizaron 30 estudios previos sobre este tema, en los que se analizó la influencia de la música de Mozart en unas 3.000 personas.
El resultado: no se pudo comprobar ningún efecto específico de la música en la inteligencia espacial.
La existencia del "efecto Mozart" ya había sido puesta en cuestión en el pasado y está incluida en la obra "50 grandes mitos de la psicología popular" del profesor Scott Lilienfeld.