Este lunes se cumple el primer año del golpe de Estado en Honduras
El 28 de junio de 2009, tropas militares derrocaron al presidente Manuel Zelaya.
Gran parte de la comunidad internacional, incluidos Chile y la OEA, no reconocen el nuevo gobierno.
Este lunes se cumple el primer año del golpe de Estado en Honduras, cuando, el 28 de junio de 2009, efectivos de las Fuerzas Armadas de ese país allanaron el domicilio del presidente constitucional Manuel Zelaya y lo expulsaron del país, en hechos que fueron condenados por la comunidad internacional casi en pleno; Chile y la OEA presidida por José Miguel Insulza incluidas.
La asonada rompió el proceso democrático abierto en 1980 y dejó al país en una situación de aislamiento en el exterior y fractura en el interior que aún no supera. Desde el 27 de enero pasado preside Porfirio Lobo, triunfador de unos comicios que también fueron mayoritariamente rechazados por producirse en un marco de ruptura institucional.
En tanto, el país permanece suspendido de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde el 4 de julio del año pasado, y el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) aún no normaliza las relaciones por la oposición de Nicaragua, gobernada por el izquierdista Daniel Ortega.
Actualmente gobierna el país un cuestionado Porfirio Lobo y Zelaya se encuentra exiliado en República Dominicana. (Foto: EFE) |
Perspectivas
Manuel Zelaya fue derrocado en momentos en que promovía una consulta popular orientada a reformar la Constitución, esto pese a tener una prohibición legal para ello. Otrora líder del Partido Liberal que lo llevó al poder en las elecciones de noviembre de 2005, ahora reside en República Dominicana, adonde viajó el 27 de enero, el mismo día que debía concluir su mandato de cuatro años y asumió Lobo, del conservador Partido Nacional.
Gran parte de la comunidad internacional sigue presionando para que Zelaya regrese al país con todas las garantías y que no se le persiga por cuestiones políticas, elementos que varios países de la región consideran condición necesaria para el reconocimiento del Gobierno de Lobo.
Sin embargo, contra Zelaya pende una orden de captura por cuatro presuntos delitos, entre ellos abuso de autoridad y traición a la patria, por lo que de regresar deberá responder ante los tribunales de justicia, sostiene el Fiscal General del Estado, Luis Rubí.
En declaraciones recientes desde Santo Domingo, Zelaya dijo que no teme regresar a su país y que quiere hacerlo, pero que Estados Unidos se opone."Los Estados Unidos se oponen a mi retorno, como es evidente, protegen la impunidad de los golpistas", dijo.
En la víspera, el ex mandatario refrendó sus palabras para asegurar además que no se arrepentía de nada lo que había hecho en posesión de su cargo. Las mismas palabras había expresado algunos días antes Roberto Micheletti, líder del poder legislativo que fue nombrado presidente provisional el mismo día de golpe.