Reacciones diversas generó la mesa de diálogo anunciada por el Gobierno

Reacciones diversas generó en el mundo político y social el anuncio efectuado en la víspera por el Presidente Sebastián Piñera respecto de la instalación de una mesa de diálogo para discutir las demandas y necesidades globales del pueblo mapuche, que -según se explicó- no abordará sólo las peticiones de los comuneros en huelga de hambre. 

El ministro de Planificación, Felipe Kast, precisó que esta será una instancia paralela a la que dirige el arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, que sí se aboca en exclusiva a la problemática de la huelga. 

"Esta es otra mesa que busca profundizar el diálogo en la demanda que tienen millones de chilenos de nuestros pueblos originarios, y que no se remiten simplemente a la Ley Antiterrorista. Es importante dejarlo en claro para que no se confundan las dos mesas de diálogo. Esto quiere buscar un reencuentro" con los mapuches, dijo el titular de Mideplan, que es responsable de la instancia junto al ministro de la Presidencia, Cristián Larroulet. 

En horas de la tarde de ayer, el Presidente Piñera ratificó que la mesa por él anunciada pretende desarrollar "un diálogo con el 'pueblo mapuche' (completo), que son más de un millón de chilenas y chilenos, y que va mucho más allá de aquéllos que han optado por el camino de la violencia, que yo creo que es un camino equivocado".

Si bien valoraron la medida, voceros de los comuneros insistieron en la necesidad de una solución urgente a las demandas de la huelga.

El problema de la urgencia 

Aunque en lo esencial se reconoció el anuncio como un avance importante, diversos personeros destacaron que el plan no ayuda a solucionar las demandas específicas de los comuneros, y en tal sentido, no resuelve el problema de la huelga de hambre. 

"Lo primero que debemos resolver como Estado es una huelga de hambre que se prolonga por más de 68 días, donde hay vidas humanas comprometidas. Me parece bien que hagamos una mesa para discutir los temas de fondo, pero yo creo que hoy por hoy lo que tenemos que hacer es preocuparnos todos de que esta huelga de hambre termine, y que la Ley Antiterrorista sea modificada y no se le aplique más a los comuneros mapuches", dijo el diputado comunista Hugo Gutiérrez, que pasó cinco días en huelga de hambre a favor de la causa. 

Sus palabras fueron similares a las del presidente del Senado, Jorge Pizarro (DC), quien dijo que la mesa anunciada por Piñera "no tiene nada que ver con la situación de los comuneros que están en huelga de hambre, pero puede servir de plataforma para discutir otros temas" de relevancia. 

Desde una óptica distinta, el senador RN Alberto Espina celebró, precisamente, que la mesa anunciada apunte al tema de fondo y con una visión de largo plazo. 

"Este es un tema mucho más amplio, con una dimensión distinta; eso tenemos que entender: la huelga de hambre se podría repetir en cuatro meses más. El problema es cómo tomamos el tema global, y me alegra que Sebastián Piñera haya tomado el toro por las astas y haya dicho 'vamos a dialogar', que es lo que se hace en una democracia". 

Junto con confirmar que continuará como facilitador del diálogo, monseñor Ezzati  destacó el anuncio como "un signo muy positivo cuyo significado hay que valorar. Creo que es un signo más de esperanza y un signo más concreto de querer solucionar los problemas". 

La voz de los mapuche

Eric Millán, vocero de los huelguistas de hambre en Temuco, habló de la necesidad de que los representantes de quienes llevan adelante la protesta participen en el diálogo, "si no es así, esta mesa tiene que hacerse en otra oportunidad".

"Nosotros proponemos dos mesas, una que se aboque al tema de la huelga de hambre, y otra que vea el tema de la reivindicación territorial de todas las tierras", añadió Millán. 

Para María Tralcal, "la mesa sobre la huelga de hambre es algo urgente; urgente por  criterio humanitario y porque los hermanos están corriendo riesgo de vida. La otra mesa nos interesa, porque es para plantear ideologización de nuestro pueblo, pero esa mesa debe ser más a largo plazo". 

Por su parte, Natividad Llanquileo, vocera de los presos en huelga en la cárcel El Manzano de Concepción reflexionó que "este Gobierno no ha tenido un trabajo previo (con las comunidades), y ese trabajo se necesita antes de llegar a la mesa que se quiere hacer".