Correa confirmó que hubo por lo menos un muerto en operación de rescate
Se trata de un miembro del Grupo de Operaciones Especiales de la policía.
Aún no se confirma en forma oficial el número de bajas que dejó la acción.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, confirmó que un miembro de un equipo policial de elite leal al gobierno murió en la operación militar lanzada para rescatarle, mientras que hasta ahora se han contado 27 heridos.
En una rueda de prensa tras ser liberado, Correa dijo que el fallecido es Froilán Jiménez, un miembro del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la policía.
También informó de que hubo "27 heridos entre las fuerzas especiales" que atacaron a los policías sublevados que tenían al presidente retenido en un hospital. Se desconoce el número de posibles heridos entre los sublevados.
Un alto funcionario del Ministerio de Defensa dijo a EFE que "ahora se está en el proceso de identificar las bajas y los heridos" y recalcó: "Sí que hubo bajas, pero no se sabe su número", añadió. Entre los heridos hay un miembro de la escolta de Correa al que le perforaron un pulmón, según dijo.
El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, resultó herido en la cabeza por unos policías sublevados frente al hospital, aunque no fue de gravedad, pues recibió posteriormente a Correa en el Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo.
El coronel Luis Castro, el jefe del operativo de rescate, dijo que los militares que penetraron el cerco de los policías sublevados que rodeaba al presidente, recluido en un hospital, se enfrentaron al fuego de francotiradores.
La agencia pública Andes dijo que "el vehículo Nissan Patrol en el que fue trasladado el presidente de la República, Rafael Correa, tras ser rescatado por elementos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional y la Fuerza Terrestre del Ejército de Ecuador, registra cuatro impactos de fusil".
Añade que hay tres impactos en la carrocería y uno en el parabrisas, "justo del lado en el que iba el mandatario".
Tras ser rescatado del hospital, Correa fue trasladado al palacio de Carondelet, donde se dirigió a sus simpatizantes y condenó las protestas de los policías de tropa que se oponían a una reducción de sus beneficios salariales