Académico pidió a Sebastián Piñera detener "el monstruo de Hydroaysén"
Manfred Max-Neef dirigió una carta abierta al Mandatario.
Enfatizó los "devastadores costos sociales, culturales y ambientales" que tendrá la iniciativa.
A través de una carta abierta difundida el domingo, el destacado economista y ambientalista Manfred Max-Neef llamó al Presidente Sebastián Piñera a detener "el monstruo de Hydroaysén", megaproyecto energético que se votará este lunes, a partir de las 15:00 horas, en la Comisión de Evaluación Medioambiental de Coyhaique.
"¿Imagina usted el infierno de impacto social y cultural que significará para los asentamientos humanos de la región vivir diez o doce años rodeados de megamaquinarias y de miles de trabajadores no locales destruyendo y devastando su entorno, su cotidianeidad, sus costumbres y su tranquilidad familiar?", reza uno de los párrafos de la carta.
"¿Piensa usted que una línea de transmisión de 2.300 kilómetros con torres de 70 metros de altura (equivalentes a edificios de 20 a 25 pisos) cada 400 metros, que, según análisis preliminares basados en peticiones mineras realizadas por y para los interesados, fragmentaría 6 parques nacionales, 11 reservas nacionales, 26 sitios prioritarios de conservación, 16 humedales y 32 áreas protegidas privadas, es algo liviano como para cargar en su conciencia?", añade la misiva.
La opinión ciudadana
Max-Neef destacó que "a pesar de la desinformación, la publicidad maliciosa, las presiones y las tácticas de seducción locales a través de regalitos realizadas por la empresa, una clara mayoría ciudadana se manifiesta contraria al proyecto".
Por esto, "el resultado final, de aprobarse el proyecto, sería el de constatar una vez más, que vivimos en un país que practica toda clase de rituales democráticos falsificados y enmascarados, de tal manera que el poder y el dinero acaben siempre siendo los vencedores".
El economista dice que a través de los años se fue "formando la impresión de que usted (Piñera) era uno de los pocos políticos sensibles al medioambiente y amante de la naturaleza. A pesar de que no voté por usted, me sentí contento de que tendríamos un Presidente capaz de concebir un desarrollo armónico entre economía y Naturaleza. Me apenaría mucho, no sólo por mí, sino por usted, el poder haberme equivocado".
El académico finalizó diciendo estar convencido de que "ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar sobre la reverencia por la vida; de todas las manifestaciones de la vida", añadiendo que todos estos valores son irrespetados por el "monstruo de Hidroaysén".