Carla Bruni se negó a confirmar la noticia de su embarazo
El padre de Nicolás Sarkozy confirmó la información a un diario alemán.
La cantante no quiso contestarle a los periodistas cuando le preguntaron sobre el embarazo.
La primera dama de Francia, Carla Bruni, se negó a contestar a las preguntas de los periodistas sobre los insistentes rumores de embarazo, el mismo día en que el padre de su marido, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, confirmó su estado al periódico alemán Bild.
"¿Está embarazada señora Bruni? ¿Nos puede confirmar las afirmaciones de su suegro?", le preguntaban los periodistas cuando llegó acompañada del actor Gérard Depardieu a un acto de la fundación contra el analfabetismo que preside.
Bruni acudió vestida con sandalias de taco, pantalón y chaqueta, pero todas las miradas se dirigieron a su vientre que, ligeramente abultado, no hizo sino acrecentar el rumor que circula en Francia desde que en abril una revista delantara la noticia.
Más directa fue la esposa del ex presidente de Francia Jacques Chirac, Bernardette, quien, presente entre el público, dijo a la prensa que "no es frecuente que llegue un bebé al Elíseo. Carla me había hablado de su deseo hace tiempo. Es una muy, muy buena noticia, así que es la felicidad absoluta".
Esta misma semana, en su comparecencia en el telediario de máxima audiencia de la cadena TF1 para hablar también sobre su fundación, Bruni se limitó a agradecer con una sonrisa la indirecta del presentador, que apuntó: "no me gustaría entrar en su vida privada, pero querría felicitarla".
El acto de este martes se celebró en el Centro Pompidou, cerrado al público para la ocasión, y en el mismo Bruni se limitó a hablar sobre el analfabetismo en Francia, que según ella "no está considerado una gran causa, y sin embargo tiene toda la importancia del mundo".
Según los datos presentados por su fundación, en la actualidad hay 3,1 millones de personas de entre 18 y 65 años analfabetas en Francia, lo que supone el 9 por ciento de la población, que a pesar de haber sido escolarizados no saben leer, escribir ni contar.