Nube de cenizas obligó a suspender vuelos hacia Argentina, Uruguay y Australia
LAN canceló operaciones hacia Córdoba, Buenos Aires y Sidney.
Aerolíneas Argentinas, Pluna y Sky Airlines también han suspendido sus operaciones.
Varias aerolíneas volvieron a suspender sus vuelos desde Chile hacia Argentina, Uruguay y Australia por la nube de cenizas del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle, que desde hace una semana ha dificultado el tráfico aéreo en el Cono Sur.
Según informó el aeropuerto de Santiago en su página web, LAN canceló este martes sus operaciones a Buenos Aires y a Córdoba (Argentina), así como a Montevideo y a Sidney (Australia).
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| El Cordón Caulle no da tregua al tráfico aéreo. (Foto: UPI) |
También Aerolíneas Argentinas y la chilena Sky Airlines suspendieron sus vuelos a la capital trasandina, mientras que la uruguaya Pluna hizo lo mismo con una operación a Montevideo.
Además, la australiana Qantas canceló otro vuelo a Sidney, hasta donde llegó la columna de ceniza, de unos 8 kilómetros de altura, que surge del complejo volcánico, situado a 9.400 kilómetros de distancia.
Preocupación por inestabilidad sísmica
El Puyehue-Cordón Caulle, 950 kilómetros al sur de Santiago, entró en erupción el pasado 4 de junio y obligó a evacuar a unas 4.000 personas, aunque el viento ha impulsado la nube eruptiva hacia el este y las cenizas apenas han afectado en Chile a zonas pobladas.
Este martes, el jefe de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica, Jorge Muñoz, manifestó su preocupación por la inestabilidad en los procesos sísmicos y en los procesos deductivos.
"Esto significa que hay una oscilación en la sismicidad y en la columna de erupción", precisó Muñoz, quién agregó que pese a que las cenizas desaparecieron tras la lluvia de esta jornada en Riñinahue, localidad vecina al volcán, sigue una bruma de favila muy fina que permanece en el ambiente.
En tanto, el Sernageomin canceló el regreso temporal de las dueñas de casa a sus viviendas en el valle del río Nilahue, que nace de una vertiente en la base del volcán, ante la incesante actividad del macizo, cuya caída de residuos preocupa a los campesinos que les impide visitar a sus animales que han quedado en la zona de riesgo.