Ministro de Justicia británico culpó al sistema penal de los disturbios de agosto
Los disturbios son un "brote de comportamiento atroz" cometido por delincuentes, apuntó Ken Clarke.
Ola de violencia callejera fue "el legado de un sistema que está roto", opinó.
El ministro británico de Justicia, Ken Clarke, culpó al sistema penal del Reino Unido de los disturbios ocurridos en Londres y otras ciudades inglesas entre los pasados 6 y 10 de agosto.
En un artículo que publica el diario británico The Guardian, Clarke considera que la ola de violencia callejera sin precedentes fue "el legado de un sistema que está roto" y dice que "el núcleo duro" de aquellos implicados eran conocidos delincuentes, cuyas conductas no se habían podido cambiar con sanciones previas.
Debido a esto, indica que sus esfuerzos para reformar ese sistema penal y recortar los casos de reincidencias serán "más importantes".
En el artículo, Clarke observa que "aún no se ha reconocido ampliamente" que casi el 75 por ciento de los procesados por su implicación en los disturbios mayores de 18 años ya habían sido condenados con anterioridad.
Los disturbios, señala, son un "brote de comportamiento atroz" cometido por delincuentes cuyos comportamientos no han podido cambiarse pese a haber cumplido sentencias en el pasado.
Así las cosas, el ministro afirma que la misión del actual Ejecutivo de coalición de conservadores y liberaldemócratas no es simplemente erradicar el déficit financiero, sino también el "déficit social", que ha quedado en evidencia tras los disturbios.
"A mi modo de ver, los disturbios pueden verse como parte de un brote de comportamiento atroz cometido por las clases criminales, individuos y familias que están familiarizados con el sistema de justicia, y a los que sanciones pasadas no les han cambiado", explica.
También elogia las duras sanciones impuestas a los procesados por los disturbios, aunque considera que simplemente esos castigos "no son suficientes".
Las cifras más recientes divulgadas por el Ministerio de Justicia muestran que más de 1.500 personas han sido ya procesadas por su implicación en los disturbios, que comenzaron en la noche del pasado 6 de agosto en el barrio de Tottenham, en el norte de Londres.