Sebastian Vettel sumó un podio en Japón y es el bicampeón más joven en la historia de la Fórmula 1
El piloto alemán fue tercero y sumó el punto que necesitaba para consagrarse en la carrera que se corrió en Suzuka.
Logró su segundo título consecutivo en la máxima categoría con sólo 24 años.
La 15ª fecha de la temporada 2011 fue ganada por el británico Jenson Button.
El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1 por segundo año consecutivo, tras acabar tercero en el Gran Premio de Japón, decimoquinta prueba puntuable de la temporada 2011 que se disputó en el circuito de Suzuka.
El británico Jenson Button (McLaren), el único con opciones matemáticas que podía impedir el título de Vettel, ganó en Suzuka por delante del español Fernando Alonso (Ferrari) y del propio germano, desde esta jornada el piloto más joven de la historia en lograr el segundo título.
Vettel, que necesitaba tan solo un punto para festejar, se convirtió en el bicampeón más joven en la historia de la competencia a falta de cuatro carreras para que concluya el campeonato. Lo consiguió con 24 años y 98 días, desplazando a Alonso, que poseía esa anterior marca con 25 años y 85 días (2005-06).
De paso, equiparó el registro que Michael Schumacher estableció en 2002 cuando se proclamó campeón del mundo a falta de todavía cuatro carreras para el término del año.
La mezcla entre el talento del piloto y la superioridad técnica de Red Bull explica el triunfo del germano, que ha dominado toda la temporada con una superioridad abrumadora, ya que ha sumado triunfos en Australia, Malasia, Turquía, España (Cataluña y Valencia), Mónaco, Bélgica, Italia y Singapur.
Button intentó amargar las celebraciones
Sebastian Vettel habría preferido celebrar su segunda coronación con una victoria, pero esta vez fue Jenson Button, campeón mundial en 2009, el que se quedó con el primer lugar del podio nipón.
El de McLaren firmó su duodécimo triunfo en la Fórmula 1 y el tercero de la presente temporada, tras los obtenidos en Canadá y Hungría, tras aguantar el ataque postrero de Fernando Alonso.
El británico se impuso en Suzuka en buena parte debido a su capacidad para conservar los neumáticos, sobre todo en un trazado en el que las ruedas sufren un enorme castigo.