Unicef: Más de 320.000 niños pueden morir de hambruna en Cuerno de Africa
Aunque ha habido avances, "la crisis está lejos de haber acabado", dijo el organismo.
"Miles de niños ya han muerto", lamentó la entidad.
Más de 320.000 niños pueden morir por desnutrición en el Cuerno de Africa, advirtió este jueves el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), tres meses después de declararse la hambruna en varias regiones de Somalia.
En un comunicado emitido en Nairobi, Unicef subrayó que "la masiva respuesta internacional a la crisis de supervivencia infantil en el Cuerno de Africa (por la sequía que azota la región, la peor en 60 años) ha dado algunos resultados positivos", pero "hay que hacer mucho más para salvar a cientos de miles de niños que corren riesgo de muerte por malnutrición y enfermedad".
Según el director de Unicef para Africa Oriental y Meridional, Elhadj As Sy, "la crisis está lejos de haber acabado y continuará hasta bien entrado 2012", debido a la prolongada sequía, el encarecimiento de los alimentos y el conflicto de Somalia.
Unicef admite que "miles de niños ya han muerto", y precisa que más de 320.000 menores, la mitad de ellos en Somalia, "están tan gravemente malnutridos que pueden morir también las próximas semanas y meses si no se amplían rápidamente las operaciones de auxilio".
Más de 13 millones de personas necesitan ayuda en la región, donde cientos de miles de somalíes han huido del hambre y del conflicto que azota a su país para buscar refugio en países vecinos.
La realidad en ese país puede complicarse aún más a tenor de la reciente incursión militar de Kenia en Somalia para combatir a la milicia radical islámica Al Shabab, a la que el Gobierno de Nairobi culpa de varios secuestros ocurridos en territorio keniano en el último mes.
La ayuda internacional ha permitido, al menos, la vacunación de más de un millón de niños. (Foto: EFE) |
Pequeños avances
Pese a todo, la agencia de la ONU recalca que la respuesta internacional a la crisis ha sido "extraordinaria" hasta la fecha, apoyo que ha permitido entregar tratamiento a 108.000 niños, y otros 1,2 millones han sido vacunados contra el sarampión y 2,2 millones de personas han tenido acceso agua potable.
El pasado 20 de julio, la ONU declaró oficialmente el estado de hambruna en las regiones somalíes de Bakool y Bajo Shabelle, a las que se unieron en agosto Balcad y Cadale, en el Shabelle Medio, y el campo de desplazados internos de Afgoye, en Mogadiscio. Poco después, en septiembre, se declaró el estado de hambruna en una sexta región de Somalia, Bay, y advirtió de que el problema amenaza con expandirse todavía más en los próximos meses.
Según las Naciones Unidas, el estado de hambruna se declara en una zona cuando al menos el 20 por ciento de la población padece una falta extrema de alimentos, más del 30 por ciento sufre malnutrición aguda y la tasa de mortalidad es de más de 2 personas al día por cada 10.000 habitantes.