Espacio Riesco no paró de gozar de la mano de Buena Vista Social Club
La orquesta cubana paseó ritmos como el guajiro, el son, y cha cha chá.
La potente voz y vitalidad de Omara Portuondo marcó pasajes notables.
Puede que Espacio Riesco no sea el mejor lugar para disfrutar de una agrupación de alto vuelo, pero hay ocasiones en que el oficio se impone a la geografía y ese fue el caso de Buena Vista Social Club.
Algunas quejas de quienes inicialmente habían comprado sus tickets para ver a la orquesta cubana en Teatro Caupolicán fueron pasando al olvido a menudo que el conjunto puso en escena ritmos como el son, el guajiro, y el cha cha chá, entre otros.
Parte del público fue dejando poco a poco sus respectivas sillas y optó por salir a los costados, donde pudo dar rienda suelta a los movimientos, mientras que el resto de la gente se dedicaba a acompañar con las palmas.
Pero simplemente fue un estruendo y posterior ovación, cuando ya avanzado el show apareció la octogenaria figura de Omara Portuondo y añadiera un ingrediente más a una velada de ritmos contagiosos.
Cantó, bailó, pidió palmas y hasta dio "Gracias a la vida" en medio de su despliegue escénico, que marcó uno de los puntos altos del espectáculo.
"El carretero", "Rincón Caliente", "Candela", "De camino a la vereda", "Dos gardenias", "Chan Chan" -con un marcado recuerdo al desaparecido Compay Segundo- además de "El cuarto de Tula" fueron parte del repertorio de la agrupación que este 28 de octubre estará presente en el Teatro del Lago, en Frutillar.