ONG denunció cientos de ejecuciones extrajudiciales en Pakistán
La Comisión de Derechos Humanos de Asia reportó un total de 215 personas fallecidas por esta vía.
Sólo en el último mes, se encontraron "los cuerpos acribillados a balazos y con signos de tortura" de nueve víctimas.
Un total de 215 personas fueron ejecutadas de manera extrajudicial en Pakistán desde julio de 2010, denunció este viernes la Comisión de Derechos Humanos de Asia (AHRC), que acusó al gobierno de cerrar los ojos ante estos hechos.
Sólo en el último mes se encontraron -afirmó en una nota la AHRC- "los cuerpos acribillados a balazos y con signos de tortura" de nueve víctimas más en la región suroccidental de Baluchistán, donde existe un activo movimiento por la independencia regional.
"Las desapariciones y ejecuciones extrajudiciales en Pakistán se han convertido en algo endémico, en particular en Baluchistán, donde el gobierno es incapaz de controlar la actividad de las fuerzas militares y los grupos armados", afirmó AHRC.
Uno de los últimos casos conocidos es el del periodista Javed Naseer Rind, antiguo subdirector del diario Daily Tawar, próximo a los grupos independentistas y nacionalistas baluchis, que fue secuestrado por individuos de paisano en su tienda de ordenadores.
"Encontraron su cadáver el 5 de noviembre, acribillado y con señales de tortura, al sur de Quetta, la capital de Baluchistán. Sus amigos y familiares identificaron a los secuestradores como miembros de la agencia estatal de inteligencia", recoge el documento de AHRC.
Manos atadas
La organización, con sede en Hong Kong y que agrupa a varias asociaciones regionales de derechos humanos, afirmó que la población local está "acorralada" no sólo por los organismos estatales, sino también por los tribunales que ignoran estos casos de abusos.
De acuerdo con AHRC, las denuncias de desapariciones quedan paralizadas por la ineficacia de los tribunales paquistaníes, como el Supremo, cuyos procesos son "tan lentos que nunca impiden que las agencias de seguridad lleven a cabo las ejecuciones".
"Que el Gobierno de Pakistán y el gobierno provincial de Baluchistán cierran los ojos ante la matanza en curso de activistas civiles está clara, a partir de su relación con las fuerzas de seguridad", añadió la organización.