Skármeta: Nicanor Parra privilegió la inteligencia del humor
Su obra "busca la naturalidad" por encima de lo artificioso, dijo.
El escritor también elogió al movimiento estudiantil, pero le pidió pragmatismo.
El escritor Antonio Skármeta celebró la "alegría inmensa" por la concesión del Premio Cervantes 2011 al poeta Nicanor Parra.
"Es un poeta que optó por un camino lúcido, agresivo, encantador, que privilegió la inteligencia del humor, sobre otros aspectos", comentó Skármeta, quien lo considera un autor "inteligente, claro y lleno de humor" cuya obra "busca la naturalidad" por encima de lo artificioso.
"He sobrevivido toda mi vida en la sombra y en la luz de la poesía de Nicanor Parra, un creador genial, original, que le ha sacado resplandores nuevos al idioma español, de una manera muy mestiza, irónica y lúcida", dijo desde la XXV edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Para el novelista, el Premio Cervantes 2011 "le hace justicia a una empresa de una envergadura notable", como es la de Nicanor Parra.
La poesía de Parra "tiene muchas facetas, muchos rostros, no se puede tipificar solamente con la antipoesía. La poesía anterior que escribió tiene muchos elementos de una serena, estoica sentimentalidad.
El movimiento estudiantilSkármeta también dio "toda la razón" al movimiento estudiantil y les manifestó su admiración por haber logrado insuflar "ideas nuevas" y "cambiar la agenda" de los políticos.
El escritor también admira a una de las líderes estudiantiles, Camila Vallejo, a la que le ha dedicado unos versos: "no soy poeta ni son poemas, sino palabras de afecto para Camila", "una chica que vive en el sur, en el sur de todo sur posible, en un país que se llama Chile, que a veces duerme, que a veces vive".
A propósito del movimiento estudiantil de Chile, el también autor de "Ardiente paciencia" (1985), su obra más famosa que luego se llamaría "El cartero de Neruda", Skármeta dijo que puso "contra las cuerdas" al Gobierno.
"Estos jóvenes le están poniendo la agenda a los políticos, les cambiaron la agenda, la modificaron. Cambiaron el clima emocional del país. Pase lo que pase, airearon, sacaron a la luz los conflictos", añadió.
Para Skármeta, el movimiento es "muy bello, muy hermoso", y "tiene toda la razón" porque para la inmensa mayoría de los jóvenes para estudiar es necesario pedir créditos que "están siendo otorgados a intereses usurarios", lo que les obliga a pasar años como profesionales pagando por su formación.
"La Constitución chilena dice que la educación debe ser pública y gratuita. Estalló durante la dictadura de (Augusto) Pinochet el negocio más pavoroso de las universidades privadas con fines de lucro, y los jóvenes dijeron ¡basta de esto!", apuntó.
Según el escritor, han logrado "insulflarle ideas nuevas" a los políticos de su país y está convencido de que "los estudiantes van a ganar algo", no todo "su programa utópico completo", pero hay cosas realizables", dijo.
Su expectativa es que desde "un concepto más humanista de la vida" los jóvenes chilenos aprovechen la oportunidad de no quedar reducidos únicamente a una condición de "productores" y "consumidores de riqueza".
En concreto, desde el pragmatismo, desea que "estos movimientos entraran en la institucionalidad" sin ser aplastados por la burocracia de los organismos ya constituidos en la democracia.
La postura la hizo extensiva a otros países de América Latina, que en su opinión "pueden darse el lujo de evolucionar, cambiar, ser mejor, dentro de los cauces democráticos que costó muchísimo conseguir".
Finalmente, Skármeta confesó su admiración por Camila Vallejo, y compartió unas "palabras de afecto a Camila" que, con modestia, no quiere llamar versos, pero que en el fondo lo son.
"Camila/ Qué será de ti/ Hace dos años eras niña/ Hoy todos te admiran/ Camila/ Qué manera de vivir/ Blue jeans gastados/ Argolla en la nariz de Chile", dijo.