Carabineros detuvo a sospechoso de asalto y violación en Ñuñoa
Carlos Deformes Lerdo era el hombre más buscado por las policías en los últimos días.
Cometió una violación tras recibir el beneficio de salida dominical, y varios robos con intimidación.
Este mismo sábado asaltó a un taxista y le robó su automóvil.
Efectivos del OS-9 de Carabineros lograron detener este sábado en la intersección de las calles Santa Julia y Los Espinos, en la comuna de Macul, a Carlos Felipe Deformes Lerdo de Tejada, de 41 años; el delincuente más buscado del momento.
El hombre, con un perfil sicopático, salió de la cárcel de Colina 2 el pasado 11 de diciembre tras recibir el beneficio de libertad dominical. Durante este tiempo cometió una serie de delitos graves: el primero, el mismo día de su liberación, cuando protagonizó un violento asalto a un departamento de Ñuñoa, donde violó a la dueña de casa mientras su esposo permanecía maniatado.
Luego, el 15 de diciembre realizó un robo con intimidación en Las Condes y el 22 otro en Providencia, tras ingresar a un edificio ubicado en Quiyai con Holanda, en Providencia.
Tras estos hechos, la PDI difundió un video donde se observaba el modo de operar y el rostro de Deformes, a fin de ayudar a su captura, e inició rastreos en Coquimbo, Tocopilla y Santiago para dar con su paradero.
El peligroso delincuente cometió su última fechoría la mañana de este sábado, tras abordar un taxi en Ricardo Lyon con Providencia, el cual robó a su conductor amenazándolo con un arma de fogueo, que le fue hallada cuando, a las 10:50 horas, fue detenido en Macul.
Sus víctimas destacaban el buen aspecto y el cuidado lenguaje que usaba el delincuente para ganar confianza. |
Modus operandi
Tras su detención, el capitán de Carabineros Stephen Godomar dio detalles del modus operandi del sujeto, que -según explicó- permitió identificarlo como autor y acumular evidencia en su contra.
"Dentro de las características del modus operandi de este sujeto estaba el manipular ciertos elementos: hacía beber agua a las víctimas y él también bebía agua".
Otra cosa que hacía era "ordenar el sitio del suceso: dejaba a la víctima encerrada en un baño y él tenía un tiempo disponible dentro del inmueble para esconder determinada evidencia, y esto permitió encontrar rastros dactilares que fueron analizadas", señaló Godomar.
Según resaltó el oficial, "al momento de existir alguna manipulación con mano desnuda siempre van a existir rastros dactilares, y al momento de beber agua también puede existir la posibilidad de recoger indicios que nos permiten hacer algún análisis de ADN", y ello sucedió en este caso.
La investigación de los robos ocurridos en Providencia y Las Condes quedó en manos del OS-9 de Carabineros, en tanto que la violación cometida en Ñuñoa está siendo investigada por personal de la PDI.