Mónica González y "Los secretos del Imperio de Karadima": "Chile es un paraíso para los pedófilos"
Acusó que muchos sectores de la Iglesia Católica asfixiaron denuncias contra sacerdotes.
Relató el control sicólogo que el ex párroco de El Bosque ejercía sobre sus víctimas.
La periodista Mónica Gónzalez, una de las autoras del libro "Los secretos del imperio de Karadima", señaló que los abusos cometidos por el ex párroco de El Bosque fueron posibles por la "cobardía" o complicidad que venía desde la misma Iglesia Católica, lo que hacen posible que Chile sea "un paraíso para los pedófilos".
"Aquí la Iglesia tiene una responsabilidad muy grave porque es obvio, que así como ha pasado, como hemos sabido en Bélgica, en Irlanda, en Estado Unidos, en Chile hubo una actitud de impunidad, de protección, de tapar, de asfixiar las denuncias", dijo a Una Nueva Mañana, junto con hacer un llamado a declarar este tipo de casos como imprescriptibles.
"Estamos enfrentándonos a una actitud terriblemente cobarde de sectores de la Iglesia que asfixiaron y protegieron la impunidad. Por eso quiero resaltar la imagen de Cristián Contreras (obispo auxiliar de Santiago), que abrió camino, y (también) el dolor de muchos sacerdotes con los cuales hablamos nosotros por lo que su Iglesia no hace para limpiar la huella de Karadima, la huella que está en los cuatro obispos de El Bosque, que (Karadima) los usaba para hacer el trabajo sucio junto a otros sacerdotes, que, cómo está clarísimo en este libro, hicieron un trabajo sucio espeluznante".
Sobre el hecho que Karadima no haya sido condenado por la justicia, pero sí por un fallo vaticano, indicó que es una muestra de que "Chile es un paraíso para los pedófilos. Esa es la verdad y hay que asumirla. Uno no entiende que no haya premura, ¿qué están esperando los legisladores y el Ejecutivo?". dijo.
"No puede seguir existiendo esta prescripción, porque en Chile el abuso sexual y sicológico de los niños debe ser castigado con las penas más severas", agregó.
Sus contactos con Angelo Sodano"Angelo Sodano, como recordarán algunos auditores o la mayoría, fue un hombre muy importante en la Iglesia Católica Chilena porque estuvo aquí durante la dictadura, a cargo de la nunciatura y nosotros nos enteramos ahora, de que la iglesia de El Bosque, había una salita que se llamaba la 'salita de la nunciatura' porque ahí se reunía Angelo Sodano con Karadima y con otros personajes del régimen que hasta ahora nosotros no conocíamos y que eran muy importantes como un señor Serrano, Rodrigo Serrano, y lo que hacía, porque Karadima nunca fue muy importante, sino que él recopilaba información", señaló Mónica González.
"Cómo él hacía que le confesaran todo, todo, todo, él recopilaba información sobre los obispos, los sacerdotes y entonces se la entregaba a Sodano y eso determinaba muchas veces nombramientos o simplemente bajadas de cortina definitiva para algunos sacerdotes, obispos y eso es muy terrible, porque tú te das cuenta de que esta iglesia de El Bosque no solamente se convirtió en un centro abuso sicológico y sexual (...), sino que es un foco que irradia influencia, dominación de una élite y yo creo que este libro finalmente por esa investigación se convierte en un retrato de familia de esa élite", sostuvo.
Al momento de ser acusado de abuso sexual ante la justicia chilena, "hombres poderosos de la Iglesia chilena y de la élite se ponen de acuerdo para que los acusadores sean descalificados y Karadima salga impune de todo esto".
"Se llega hasta el Vaticano para hacer que Karadima sea declarado inocente por el Vaticano, pero no contaban con un hecho y es que los tiempos han cambiado no sólo en Chile. Sodano ya no es importante, y de hecho Sodano, y ha salido en cuatro líneas en Chile, está acusado de complicidad en los múltiples casos de abuso sexual que estallaron en la Iglesia Católica en el mundo, en los últimos años", agregó.
El control sicológico de Karadima sobre sus víctimas
Respecto de los dineros de la iglesia a las cuales echaba mano, tema al que el libro dedica un capítulo, Mónica González dijo que "no sabemos cuanto acumuló, porque con el dinero de los fieles compró departamentos a sus hermanos, mantuvo a su familia".
Pero más allá de eso, indicó que "lo más estremecedor que nos tocó (conocer) entre todas las cosas fue comprobar la cantidad de hombres homosexuales casados, cuyas identidades nos reservamos obviamente porque forma parte de su vida privada, y que encontraron la pantalla fantástica de ir la parroquia, ser fieles a la parroquia, (pantalla) para su homosexualidad. Ocultándola a su familia y Karadima de cierta forma los extorsionaba", señaló.
La profesional indicó que entre las víctimas del ex párroco de El Bosque había muchos jóvenes que aspiraban a "la santidad" y otros que con figura ausente paterna, sobre los que ejercía control sicológico total.