Régimen sirio convocó a un referéndum constitucional en un tímido gesto de apertura
Se realizará el próximo 26 de febrero.
Opositores calificaron la iniciativa como una forma de "ganar tiempo".
El régimen sirio convocó este miércoles a un referéndum sobre la nueva Constitución, el que está programado para el próximo 26 de febrero, en un tímido gesto de apertura política que contrasta con el dominio ejercido por la familia Al Asad y la ola de violencia que vive el país.
El texto termina con el monopolio del partido gobernante Al Baaz, cuyo jefe es el presidente del país, Bachar al Asad, y abre las puertas a la participación de otras formaciones políticas, suprimiendo el artículo que estipula el dominio de Al Baaz en el liderazgo político del país.
Otro de los puntos principales es la limitación del mandato del jefe del Estado, que según la propuesta, será elegido por siete años y podrá ser reelegido solo una vez más de forma consecutiva, norma que se aplicará cuando termine el mandato del actual presidente, en 2014, por lo que Bachar al Asad -de 46 años- podría permanecer en el poder hasta 2028.
Según la nueva Constitución, elaborada por una comisión designada por Al Asad, Siria es un "estado democrático y civil" en el que se garantizan y respetan "todas las religiones", lo que pondría fin al sistema confesional que impera actualmente y que supone el reparto de los altos cargos en función de las distintas minorías religiosas; de todas formas la religión del presidente es el islam y la fuente principal de la legislación es la jurisprudencia musulmana.
El borrador está compuesto por 157 artículos divididos en seis capítulos y también determina un estado "con soberanía total, por lo que es inaceptable dividirlo y no puede renunciar a ninguno de sus territorios", en una estrategia que pretende silenciar la revuelta popular que ha sumido al país en una espiral de violencia desde marzo de 2011 y que se ha cobrado la vida de más de 5.000 personas, según datos de la ONU ofrecidos en enero pasado.
Por su parte los opositores desconfían de las promesas, ya que el régimen continúa con sus ataques en contra de los civiles y, según expresó Ahmed Ramadan, dirigente del Consejo Nacional Sirio (CNS), el principal órgano de la oposición en el exilio, la nueva Constitución planteada por Al Asad es "inútil" ya que "el régimen ha hecho una Constitución a su medida" y es una forma de "ganar tiempo", aseguró a la agencia EFE.
Este nuevo gesto del régimen llega un día antes de que la Asamblea General de Naciones Unidas vote un proyecto de resolución que condena las violaciones "sistemáticas" de derechos humanos y exige al Gobierno sirio que detenga inmediatamente los ataques contra la población civil.