Italia revisará las exenciones tributarias de la Iglesia Católica
El primer ministro italiano propuso al Parlamento modificar la norma vigente.
La medida será debatida por el pleno del Senado.
El primer ministro italiano, Mario Monti, anunció que propuso al Parlamento modificar la norma sobre la exención del impuesto de bienes inmuebles a la Iglesia Católica para que esta se mantenga tan solo para aquellos edificios que no están destinados a actividades comerciales.
La propuesta, informó el Gobierno en un comunicado, fue presentada en forma de enmienda al decreto ley aprobado por el Ejecutivo sobre liberalizaciones en diferentes sectores de la economía italiana, que en los próximos días llegará al pleno del Senado para su debate,
De ser aprobada esta iniciativa, supondría la revocación de las normas que actualmente prevén la exención del impuesto para aquellos inmuebles en los que la actividad comercial no es exclusiva.
Un ejemplo de este tipo de inmuebles son los hoteles nacidos en estructuras propiedad de la Iglesia, que si tenían una capilla quedaban exentos del pago del impuesto por ser considerados un inmueble de actividad mixta y no exclusivamente comercial.
Con la introducción de esta enmienda, este tipo de inmuebles pasarían a pagar el impuesto, pero solo sobre la superficie destinada a la zona comercial.
Medidas para "aliviar" presión fiscal
El anuncio de Monti sobre esta propuesta fue difundido en el curso de una reunión del Consejo de Ministros, en el que el Ejecutivo italiano discutió nuevas medidas para aliviar la presión fiscal en Italia y en la que se baraja la posibilidad de utilizar para este fin los nuevos ingresos obtenidos por el Estado.
Monti ya había indicado el pasado 15 de febrero su intención de presentar la enmienda con el objetivo de "clarificar de manera definitiva la exención del impuesto a las entidades no comerciales", entre ellas la Iglesia.
El impuesto sobre los bienes inmuebles fue abolido en Italia para la primera vivienda en 2008 por el anterior primer ministro, Silvio Berlusconi, sin embargo, el pasado mes de noviembre Monti decidió reintroducirlo, como parte de un paquete de medidas destinadas a sanear las cuentas públicas italianas, aunque dejó exentos a los inmuebles de la Iglesia.