Estabilizar Europa tras un impago griego costaría un billón de euros
Informa asegura que la inestabilidad se extendería especialmente al Banco Central Europeo.
Las consecuencias globales serían bastante mayores, asegura.
La economía europea requeriría de la inyección de un billón de euros para estabilizar su sistema financiero en caso de una eventual quiebra incontrolada de Grecia, según un informe de la patronal bancaria Instituto Internacional de Finanzas (IIF), publicado por el semanario griego Athens News.
Según asegura la publicación, que ha colgado extractos del informe en su página digital, este estudio fue emitido de forma confidencial por el IIF a las autoridades europeas y griegas el pasado 18 de febrero.
En caso de impago griego, el IIF indica que la inestabilidad se extendería especialmente al Banco Central Europeo (BCE), con una exposición de 177.000 millones de euros a la deuda griega, y podría desestabilizar a los países más débiles de la Eurozona: Portugal, Irlanda, Italia y España.
La patronal bancaria calcula que para evitar la quiebra de Irlanda y Portugal se necesitaría una inyección de 380.000 millones, ya que los sistemas financieros de ambos países dependen de la liquidez del BCE, que a su vez, pasaría por grandes dificultades con sus balances.
Para evitar que la inestabilidad se trasladasen a Italia y España se requerirían otros 350.000 millones para engrasar el sistema financiero en esos países y evitar un colapso financiero.
Además serían necesarios otros 160.000 millones de euros sólo para recapitalizar los bancos más expuestos a la deuda helena.
Consecuencias mayoresEste dinero sería el necesario para mantener el funcionamiento del sistema financiero europeo, pero el coste total para la economía de todo el planeta sería mucho mayor.
"Sería un golpe directo a la demanda agregada global y a los flujos comerciales, ya que la zona euro supone alrededor del 26 por ciento del comercio mundial", advierte el informe.
El IIF, que agrupa a más de 400 entidades financieras de todo el mundo, negoció con el Grecia la quita de parte de su deuda, un plan que tiene como objetivo hacerla más sostenible para que, aún sufriendo pérdidas a corto plazo, los inversores que tienen bonos helenos puedan recuperar sus fondos con ganancias a largo plazo.