Número de matrimonios prematuros continúan en aumento en Marruecos
Las costumbres campesinas y el temor a que la joven "caiga en el adulterio" son los argumentos.
El 10 por ciento de los matrimonios contraídos en el país durante 2010 fueron prematuros.
El matrimonio de niñas menores no deja de aumentar en Marruecos pese a las restricciones legales y suele estar vinculado a la pobreza, a las costumbres campesinas y al tradicional temor a que la joven "caiga en el adulterio".
El sábado pasado, cuando se conoció la noticia de que una adolescente de 16 años se había suicidado en una aldea en las cercanías de Larache (norte de Marruecos) tras haberse visto forzada a casarse con un hombre diez años mayor que la había violado.
El agresor evitó la cárcel al aceptar casarse con ella tras una acuerdo entre las dos familias, pero el drama de la niña prosiguió al ser sometida a maltrato sistemático por parte del esposo y de sus suegros, lo que le empujó a acabar con su vida. Es un caso particular de una niña que sufrió doble discriminación: el fin abrupto de su infancia y el sometimiento a la violencia de género.
El 10 por ciento de los 313.356 matrimonios contraídos en Marruecos en 2010 fueron prematuros, indican las estadísticas del Ministerio de Desarrollo Social, Familia y Solidaridad publicadas en octubre de 2011.
De hecho, en 2010 se registraron 34.777 casos de matrimonio de menores, lo que significó un aumento de 11,1 por ciento en comparación con 2009. De esos matrimonios, un 8,7 por ciento (3,596 casos) correspondieron a menores de menos de 16 años.
Carga para la familia
La abogada Jadiya Rugani no duda en calificar el matrimonio precoz como "pedofilia legalizada". El matrimonio de menores se produce más en medios rurales y aislados que urbanos, y también son más abundantes en familias de bajo nivel cultural.
La directora de la Asociación femenina Manos Solidarias de Larache, Zakia Baghdadi, dijo que en medios rurales los padres están implicados en este fenómeno porque prefieren casar a sus hijas menores para "proteger su honor".
Otro factor principal de este fenómeno es la pobreza y la marginación tal y como afirmó Fatima El Magnaui, directora del Centro de Información Jurídica de la Unión de Acción Femenina, y añadió que este matrimonio es una estrategia de supervivencia económica.
"Para que no siga siendo una carga para la familia, el padre casa a su hija menor para darle una estabilidad económica", afirmó El Magnaui quien subrayó que cuanto más mejoren las condiciones de vida de muchas familias pobres menos padres casan a sus hijas menores.
El artículo 19 del nuevo Código de la Familia, aprobado en 2004, elevó a 18 años la edad de matrimonio, aunque la directiva en entre dicho al autorizar inmediatamente el matrimonio de menores si existe "una decisión motivada del juez", basándose también en un informe médico y otro de un asistente social.
Según las estadísticas, el 92,21 por ciento de las demandas de matrimonios precoces fueron aceptadas en 2010.