Al menos 17 personas fallecieron en una nueva jornada de represión en Siria
La violencia continúa pese a la presencia de observadores de la ONU.
Oposición aseguró estar dispuesta a aceptar el plan de paz del organismo internacional.
Al menos 17 personas murieron este viernes en Siria, 12 de ellas en la provincia central de Homs, en una nueva jornada de represión, pese a la presencia de los observadores de la ONU en el país, según informaron los opositores Comités de Coordinación Local.
El grupo precisó que ocho de las víctimas en Homs, una de las provincias más castigadas por la represión gubernamental, perecieron a causa de los bombardeos de las fuerzas del régimen de Bashar al Asad contra distintos barrios de su capital homónima.
La organización señaló, además, que se celebraron protestas en diferentes poblaciones del país para pedir a la comunidad internacional que arme al Ejército Libre Sirio (ELS), sucesos se producen en paralelo a la visita a Siria de un grupo de observadores de la ONU que, según este organismo internacional, llegaron el jueves, aunque, por el momento, no se confirmó esa información desde Damasco.
Dispuestos a dejar las armas
Por otra parte, el ELS anunció hoy que si el régimen pone en marcha un alto de fuego, antes del 12 de abril, de acuerdo con el plan de Annan, los soldados desertores cesarán también sus operaciones militares.
"Siempre hemos defendido el pacifismo de la revolución y siempre hemos estado en situación de defensa. Cuando pare el régimen las matanzas, nosotros detendremos también nuestros actos", dijo a EFE el "numero dos" del ELS, Malek Kurdi.