Feria del Libro de Buenos Aires cerrará con más de un millón de visitantes
El festejo finalizará este lunes.
Este año la feria marcó una participación levemente menor a 2011.
La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires se apresta a cerrar este lunes sus puertas luego de recibir la visita de más de un millón de personas, además de reunir a populares autores y dirigentes de diferentes sectores políticos que, esta vez, evitaron los roces.
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Si se mantiene la tendencia, habría un aumento de entre el 2 y 3 por ciento en cantidad de visitantes, lo que equivale a unas 25.000 personas más que el año pasado", cuando la muestra recibió 1.250.000 concurrentes, afirmó Carlos Pazos, presidente de la Comisión de Comunicación de la Fundación El Libro, organizadora de la feria.
Admitió además que las ventas de las editoriales "arrancaron un poco más flojas en relación a otros años", pero aseguró que a partir del pasado fin de semana "repuntaron".
Con unos 350 puestos que reunieron a más de 1.500 expositores de 43 países, la feria exhibió este año una participación levemente menor a 2011.
Fuentes y Galeano, protagonistasEn esta edición, el escritor mexicano Carlos Fuentes y el uruguayo Eduardo Galeano acapararon la atención del programa de la feria, inaugurada el pasado 19 de abril con menor presencia de países europeos, azotados por la crisis financiera internacional.
La feria también tuvo un tinte político con la participación en diferentes actividades del vicepresidente argentino, Amado Boudou, y el senador y exjefe de Gabinete Aníbal Fernández, entre otros, aunque tampoco faltaron dirigentes de la oposición.
Así, la feria evitó los incidentes de ediciones pasadas, como la de 2010, cuando se registraron disturbios en la presentación de los libros de la médica cubana disidente Hilda Molina y del periodista Gustavo Noriega, crítico del organismo oficial de estadísticas.
El año pasado, en tanto, se registraron cruces verbales entre el escritor peruano Mario Vargas Llosa, que cuestionó el gobernante peronismo, y miembros del Gabinete, quienes calificaron las afirmaciones del Premio Nobel de Literatura 2010 como "una estupidez".