Los ataques con aviones no tripulados que Obama aprueba personalmente
El presidente de Estados Unidos monitorea golpes de los "drones" contra sospechosos de terrorismo.
Detractores afirman que Al Qaeda usa estos ataques para reclutar nuevos miembros.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aprueba personalmente cada uno de los ataques con aviones no tripulados que el ejército de su país lleva a cabo contra sospechosos de terrorismo, según reveló The New York Times.
El rotativo estadounidense asegura que el mandatario habría adoptado esta estrategia apara asumir toda la responsabilidad moral por las muertes que producen estos ataques.
La noticia se conoce mientras algunos expertos señalan que Obama se equivoca al pensar que los aviones no tripulados, conocidos en inglés como drones, son la panacea para sortear algunas de las dudas que surgen sobre la moralidad y eficacia del uso de la fuerza militar por parte de EE.UU.
Según The New York Times, la elección de los nombres de los sospechosos de terrorismo que se van a incluir en la "lista de la muerte" se toma en una videoconferencia en la que participan más de 100 personas.
"Obama está convencido de que debe ser él quien tome las decisiones sobre hasta dónde deben llegar estas operaciones... quiere mantener la correa corta", según sostiene Tom Dillon, asesor de seguridad nacional de Obama citado por el Times.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, asegura por su parte que no piensa hablar los detalles específicos de la toma de decisiones, pero el artículo del Times confirma que Obama toma muchas precauciones y adopta "medidas extraordinarias" para evitar víctimas civiles.
Es poco probable que los funcionarios de la administración Obama hayan hablado libremente con el rotativo sin haber recibido el beneplácito del presidente.
En un momento en el que los republicanos quieren presentar a Obama como un mandatario dubitativo, que no quiere adoptar acciones firmes, el artículo de The New York Times presenta a un presidente fuerte, dispuesto a tomar decisiones difíciles y a matar a los enemigos de EE.UU.
Doctrina de guerra
Pero todo esto va más allá de los cálculos políticos. Se trata de una doctrina de guerra.
Desde hace tiempo se sabe que los aviones no tripulados son las armas elegidas por Obama.
El presidente estadounidense cree que con los ataques de los drones se puede matar a los enemigos de EE.UU. con un riesgo mínimo para la población civil y además tienen un menor impacto que las invasiones y ocupaciones.
La administración Obama está siendo cada vez más sincera sobre el uso de estos aviones, aunque muchos siguen oponiéndose a su utilización.
En internet hay blogs en los que se asegura que los ataques con drones constituyen asesinato. Otros sostienen que son ilegales según la ley internacional.
Algunos simplemente dicen que no producen los resultados deseados.
Gregory Johnsen, de la Universidad de Princeton, asegura que los ataques con drones en Yemen han contribuido a reforzar la imagen de los terroristas.
"Mire lo que sucedió en Yemen el día de navidad de 2009, cuando un hombre intentó explosionar un artefacto que llevaba en la ropa interior en un avión que se dirigía a Detroit".
"Aquél día al Qaeda contaba con 200 o 300 individuos en sus filas que no controlaban ningún territorio. Ahora, dos años y medio después, pese a todos los ataques con aviones no tripulados, al Qaeda en la Península Arábiga ha triplicado su tamaño, con 1.000 miembros y controla una parte importante del territorio", explica Johnsen.
"Cuántos más bombardeos de EE.UU. ocurren, más crecen", señala.
No son la panacea
Johnsen asegura que los ataques han matado a mujeres y niños, y al Qaeda utiliza esas muertes para reclutar a nuevos miembros, que se unen a sus filas por venganza.
Otro de los que cuestiona la teoría del menor impacto de estos ataques es David Rhode, quien habla desde su experiencia personal.
Mientras trabajaba como reportero del The New York Times fue hecho rehén por los talibanes en un área tribal de Pakistán.
Rhode recuerda uno de los ataques con aviones no tripulados.
"Hubo un ataque cerca de la casa en la que estábamos retenidos. Ocurrió tan cerca que metralla y barro cayeron en el patio".
"La fuerza y el tamaño de la explosión me impresionaron. Ocurre sin aviso y con una fuerza tremenda".
En su opinión no se trata de un impacto menor.
"Son una presencia constante. Se les oye todo el tiempo".
"Es terrorífico para todo el mundo en tierra porque pueden oírlos, como aviones pequeños. Lo más inquietante es que no se sabe cuándo va a llegar el misil y te va a matar. Existe la sensación de que tu soberanía está siendo violada", cuenta.
"Es una acción militar seria. No es la acción precisa que creen muchos estadounidenses".
Gregory Johnsen asegura que a los políticos les ensimisma esta táctica.
"Los drones ponen de manifiesto la seducción que producen las soluciones simples. Es como la panacea, la solución del misil mágico contra al Qaeda en la Península Arábiga, lo que me parece muy peligroso".
"EE.UU. debe endurecer sus políticas de diplomacia o de inteligencia sobre el terreno. Washington tiene muchas herramientas a su disposición en Yemen y sólo está utilizando una de ellas", asegura Johnsen.
Es probable que la eficacia de los ataques aéreos que no causan la muerte de ningún estadounidense hagan que se deje de lado cualquier otra consideración.
Puede ser que Obama se lo piense dos veces antes de aprobar la muertes de sospechosos de terrorismo, pero al final, como estrategia, lo cierto es que los ataques con aviones no tripulados presentan para muchos más atractivos que no hacer nada o enviar a las tropas.