ONU denunció desaparición de casi 50 niños sirios tras detención
El Comité de Naciones Unidas sobre la Tortura emitió este viernes un crudo informe sobre el régimen árabe.
Acusó asesinatos y violencia sexual contra menores, mujeres e incluso personas heridas.
Casi 50 niños se encuentran desaparecidos en Siria tras haber sido detenidos en el actual contexto de violencia política que sufre este país, denunció este viernes el Comité de la ONU sobre la Tortura.
"El comité expresa su grave preocupación por la prevalencia y continuación de violaciones irrefutables de la Convención Internacional contra la Tortura", entre ellas los casos de "al menos 47 niños desaparecidos, algunos de quince años, desde su detención", precisó el órgano.
El grupo de la ONU, que se reúne periódicamente en Ginebra, emitió un informe desolador de las violaciones de los derechos humanos en Siria y que se asemeja a un compendio de los peores abusos posibles contra las personas.
Además de la desaparición de niños, denunció que éstos también han sido víctimas de asesinatos, torturas, detenciones arbitrarias y violencia sexual por parte de agentes públicos.
Como ellos, manifestantes, periodistas, desertores de las fuerzas de seguridad, "blogueros", mujeres e incluso personas heridas han sido víctimas de similares violaciones a sus derechos humanos en un clima de total impunidad.
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| El Gobierno de Al Asad usa deliberadamente la tortura "para aterrorizar a población civil", acusó la ONU. (Foto: EFE) |
Ante la gravedad de la situación en Siria, el comité pidió a finales del año pasado al Gobierno que le presentara un informe urgente sobre su cumplimiento de la Convención de la ONU contra la Tortura, que ese país ha ratificado y está jurídicamente obligado a respetar, aunque en los hechos ocurra lo contrario.
Siria, sin embargo, ni presentó el informe ni envió a ningún representante a la sesión del comité donde se abordó su caso, con lo que los expertos emitieron hoy su informe en ausencia del país.
En el documento se apunta también la existencia de centros secretos de detención, la falta de accesos a las prisiones comunes, así como el uso de la tortura como "parte de una política deliberada del Estado para aterrorizar e intimidar a la población civil".
Además de esos maltratos, el comité menciona que los participantes en manifestaciones contra el régimen y quienes ayudan a organizarlas aparecen en listas que manejan las fuerzas de seguridad.
Tras esta evaluación, el comité pidió al Gobierno de Bachar Al Asad que se abstenga de continuar en esta vía y que empiece a cumplir sus obligaciones internacionales, empezando por el cese de la violencia.